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Actualizado: 07 abr 2021 / 10:55 h.
  • Los ganaderos de bravo piden «sensibilidad» a la Junta de Andalucía

La Unión de Criadores de Toros de Lidia ha solicitado a las autoridades sanitarias y gubernativas de la Junta de Andalucía una mayor flexibilidad en la aplicación de las medidas de seguridad e higiene que rigen ahora mismo en materia de espectáculos públicos que, en el caso concreto de las corridas de toros, fija una distancia mínima de un metro y medio de espectador a espectador.

Esta petición se produce a poco más de diez días del hipotético comienzo de la temporada taurina en la plaza de la Maestranza que la empresa Pagés había condicionado a poder vender –ya se han renovado los abonos y se están expendiendo entradas sueltas- la mitad de su aforo reduciendo la distancia de espectador a espectador a los escasos 50 centímetros que miden los asientos del coso del Baratillo.

Las sucesivas declaraciones del vicepresidente Marín, el presidente Juanma Moreno y, especialmente, las puntualizaciones del consejero Bendodo, ya han dado una respuesta al empresario Ramón Valencia que tiene previsto entregar en breve el plan de contingencia que ha elaborado para que la Junta autorice, en su caso, la apertura de la plaza con ese traído y llevado 50% del aforo. Ese plan, de alguna manera, ya ha sido desautorizado por las autoridades en las declaraciones mencionadas recordando que, mientras la provincia de Sevilla continúe en nivel 2, la separación seguirá siendo ese célebre metro y medio que se ha convertido en una distancia insalvable entre algunas empresas taurinas y la Junta de Andalucía.

Una situación calamitosa

El asunto podría considerarse zanjado en los despachos oficiales pero los ganaderos de bravo agrupados en la Unión de Criadores de Toros de Lidia (UCTL) se han unido a la petición de las empresas taurinas para poder reabrir las plazas a la mitad de su capacidad invocando la Ley 2/2021. “Solicitamos a la Junta de Andalucía que sea sensible a la delicada situación que atraviesa el sector del toro bravo y permitan aplicar medidas de seguridad e higiene para prevenir los riegos de contagio, tal y como incluye el texto de la mencionada Ley, según se está aplicando en otros espectáculos en la comunidad andaluza (cines, teatros, salas de eventos...) de forma que se permita la celebración de festejos culturales taurinos programados para los meses de abril y mayo” ha explicado la entidad en un comunicado publicado este miércoles.

“La crisis sanitaria provocada por la Covid-19, ha ocasionado que el de bravo sea uno de los sectores directamente más sacrificados al haber paralizado prácticamente su actividad desde el inicio de la pandemia hace ya más de un año” señalan los ganaderos recordando que en 2020 sólo han podido lidiar el 1% de su producción. Según los datos que maneja la Unión de Criadores, esa situación está provocando pérdidas económicas que ya superan los 150 millones de euros, y “está ocasionando que muchas de las ganaderías se vean obligadas a su desaparición con el desastre ecológico y genético que ello supone”, añade el mismo documento.

“Solicitamos que con unas condiciones sanitarias que garanticen la seguridad de los asistentes se pueda restablecer la actividad taurina al igual que se está realizando ya en el resto de manifestaciones culturales” prosigue el mismo documento en el que se interpela a la Junta de Andalucía por la especial situación del espectáculo taurino. “No entendemos cómo en los festejos taurinos que fundamentalmente se celebran al aire libre se debe respetar la distancia de seguridad de un metro y medio y, sin embargo, en el metro, autobús o AVE, etcétera... no se aplica esa medida” interrogan. “Desde UCTL defendemos una cultura segura, y se ha demostrado que los espectáculos taurinos no han sido foco de contagio, sino de comportamiento ejemplar por parte de los aficionados”, finalizan.