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Actualizado: 15 sep 2020 / 18:55 h.
  • Pablo Aguado. / Foto: Santana de Yepes
    Pablo Aguado. / Foto: Santana de Yepes

Al estrenarse el mes de marzo, el nombre de Pablo Aguado ya figuraba en algunos de los carteles de mayor relumbrón de una temporada que apenas empezó. El joven diestro sevillano era uno de los protagonistas indiscutibles de este año que se preparó de manera muy distinta a como ha salido. Después de pasar por Estepona, Huelva y El Puerto, había vuelto a sonar con fuerza para estar en Córdoba el 12 de octubre pero los plazos de recuperación de una molesta lesión que le inhabilita el brazo derecho le impedirán hacer el paseíllo en Los Califas aunque, previsiblemente, no frustrarán su empeño de participar en uno de los festejos televisados organizados por la Fundación del Toro de Lidia para relanzar la Tauromaquia.

¿Qué piensa un torero en el año del covid?

Es todo muy desilusionante. El año empezó con las expectativas lógicas y normales. Después vino el parón del covid, pensando que iba a ser pasajero y, en agosto, cuando empezó a reactivarse la temporada, volvimos a sentir ese frenazo de las medidas sanitarias. Habíamos cogido un poco de aire pero nos encontramos con una nueva desilusión.

Ha pasado por Estepona, Huelva y El Puerto, una fecha que supuso un antes y después...

Para nosotros fue un jarro de agua fría. Pero ha quedado claro que a la mínima oportunidad de dar toros, los toreros y el público han respondido con unas ganas inmensas. Ahí está la prueba, con el ambientazo que se pudo vivir en El Puerto. Después de recuperar el tiempo perdido, viendo a la gente que lo vivió y te recibió de esa forma, agradeciéndote la voluntad de torear... todo se fue al traste de momento. En una plaza de tanto aforo como El Puerto, al 50% de su capacidad, sigue habiendo muchísima gente. Eso es algo que nos avala pero también es entendible que la Junta adoptara esas medidas. Si fuera por nosotros nos hubiera gustado seguir hacia delante pero también hay que entender la situación sanitaria...

Pablo Aguado: «Todos los actores de la Tauromaquia nos hemos unido por un empeño común»
Aguado brinda a Morante en la corrida Goyesca de Ronda de 2019 en la que sustituyó a Roca logrando un gran triunfo. / Foto: Arjona

En ese momento ya se recortaba en el horizonte la Goyesca de Ronda. Su nombre volvía a unirse con el de Roca Rey con Morante por delante. No coincidían en el mismo cartel desde aquel 10 de mayo de 2019.

Era un cartel muy esperado por la afición y también por los tres toreros. Nos apetecía alternar nuevamente y el marco de Ronda lo hace todo inigualable. Pero la verdad es que ha sido otra desilusión más, una de las mayores de este año en el que hemos pasado constantemente de la ilusión a la desilusión.

Su nombre estaba en todas las quinielas junto a Morante y Juan Ortega para torear la corrida del 12 de octubre en Córdoba. ¿Recibió la llamada de José María Garzón?

Cuando nos llamaron dijimos que no porque, con la excepción de la corrida para la Fundación del Toro de Lidia, ya teníamos pensado cortar la temporada después de Ronda para recuperarme entre septiembre y octubre y así empezar la preparación de la temporada 2021 en el mes de noviembre y totalmente rehabilitado. El caso es que, al ser el cartel tan bonito que era, pedí unos días para valorarlo con el fisio que me lleva tratando esta lesión desde hace tiempo. Me dijo que a falta de las pruebas, apurando, podría estar. Pero no al 100%. Además no iba a poder prepararme con la intensidad que requiere un compromiso en una plaza de primera y en un cartel tan bonito. Y la verdad es que ir sin estar en totales condiciones físicas no es honrado ni con la afición, ni la categoría del cartel ni conmigo mismo. Si Dios quiere, en cuanto podamos me encantaría torear ese cartel que a la afición tanta ilusión le hace aunque me duele no poder hacerlo el 12 de octubre.

El problema venía de largo...

Llevo arrastrando esa lesión bastante tiempo. De hecho, lo pasé bastante mal los días anteriores a la tarde del Puerto. Entre septiembre y octubre pretendo recuperarme de cara la próxima temporada. No termino de curarme, un poco por el ansia de seguir toreando y entrenando y al final me ha dado la cara cuando me he puesto delante del toro.

Ha mencionado esa corrida del ciclo de la Fundación del Toro. Ahí sí va a estar Pablo Aguado.

Sólo íbamos a hacer esa excepción. Era un compromiso que habíamos adquirido anteriormente y que considero muy importante por todo lo que se va a conseguir. Tenía previsto torear a mediados de octubre pero con el tema de la lesión la hemos dejado para el final, seguramente a final de mes.

¿En qué consiste el proyecto?

Todos los actores principales de la Tauromaquia –toreros, empresarios, cuadrillas, ganaderos- nos hemos puesto de acuerdo para actuar gratuitamente por un beneficio común que no es otro que un fondo de reconstrucción para que el año que viene se puedan dar corridas o novilladas en pueblos que se están perdiendo. Creo que es algo muy positivo que merece el compromiso de todos. Es un gesto que acredita el trabajo duro de la Fundación, buscando el mejor futuro de la Tauromaquia.

La clave no es ganar dinero, sino invertir en el bien común de la Fiesta...

Los toreros no vamos a ganar un solo euro con ello pero sí vamos a ganar la satisfacción de haber contribuido a que este año se puedan dar corridas pero, sobre todo, a que se construya ese fondo para que se puedan dar el año que viene.

Este ciclo nos podría dar la pista de un modelo taurino de transición mientras esperamos el retorno de la verdadera normalidad.

Ojalá que así sea. Tenemos que encontrar la fórmula para seguir dando toros. Este modelo es pionero y demuestra que con la ayuda de la televisión y el apoyo de todos –empresarios, matadores, cuadrillas, etcétera- se pueden dar toros. Si es necesario aplicar este modelo hasta que llegue esa ansiada normalidad, bienvenido sea. Se trata de que esto no pare.

Hay que hablar de otras cosas que también ilusionan al aficionado. Ha surgido un nombre, el de Juan Ortega, que añade sal al ambiente taurino sevillano.

Es una alegría enorme. Juan es un pedazo de torero, de los que gusta ver. Es que es necesario contar con gente que interprete el toreo como él lo hace. Ojalá se pueda dar ese cartel –Morante, Ortega, Aguado- que ahora no ha sido posible. Nos hemos quedado con las ganas de poder hacerlo en Córdoba, yo el primero, y ojalá se pueda dar más adelante en todos los sitios que podamos. Me ilusiona torear con gente que torea bien, que disfrutas viéndolos torear y encima te motivan para sacar lo mejor de ti mismo.

Pablo Aguado: «Todos los actores de la Tauromaquia nos hemos unido por un empeño común»
El diestro sevillano, en un tentadero a campo abierto celebrado en Zahariche el pasado mes de abril. / Foto: J.J. Diago

En febrero, antes de presentarse los carteles de Sevilla, sólo había una comidilla: su ausencia en Resurrección. Se nos ha olvidado todo eso.

Por desgracia ni nos acordamos. Todo lo que ha pasado después ha sido tan negativo... Nadie podía aventurar entonces que nos encontraríamos en esta situación. Esperemos que el año que viene se pueda dar en Resurrección el cartel con el que todos soñábamos y vuelva todo a la normalidad.

Al final ha sido un año de volver a los orígenes, de torear en el campo de permanecer concentrado...

De saciar tus ganas en la intimidad del campo, de buscar tu evolución en los tentaderos... Ha sido un tiempo que si lo sabes aprovechar también te ayuda a crecer como torero. La vorágine de las plazas a veces no te deja pararte a pensar. Y este ‘impasse’ nos ha permitido pararnos a pensar en muchas cosas.

Hubo que volver a empezar un poco a contrapelo, en mitad del verano ¿Cómo fue volver a sentir el tacto del traje de luces?

Después del parón fue un poco complicado. Te resientes. Cuando estás toreando continuamente tienes el cuerpo y la mente amoldado a ello y las primeras corridas cuestan más. Afortunadamente me salió ese toro tan bueno de Juan Pedro en El Puerto que me dejó estar a gusto con él con el pero del viento que no me dejó sacarlo más hacia afuera. Aquello me supo a gloria.

Este año ya está escrito pero nadie es capaz de esbozar lo que pasará en 2021.

Este maldito tiempo tiene que hacernos aprender de los errores y buscar fórmulas para subsanarlos; en la vida y en la tauromaquia. No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.