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Actualizado: 30 ene 2023 / 13:04 h.
  • Pendientes de los carteles de Sevilla... y Madrid

Los despachos de la calle Adriano viven sus horas de mayor actividad en estos días que despiden a enero. Dicen que en un par de semanas estarán ultimadas esas permutaciones de matadores y ganaderías que darán forma a la Feria de Abril y todo el abono de la temporada 2023 en la plaza de la Maestranza. Las negociaciones siguen siendo herméticas aunque ya habían trascendido algunas claves maestras, comentadas en el observatorio anterior.

Mientras tanto continúa el goteo de rumores con más o menos fundamento que, eso sí, dan fe del encaje más o menos definitivo de la crema del escalafón, incluyendo esas seis tardes de Morante, verdadera espina dorsal de la temporada sevillana, de las que ya se ha hablado hasta la saciedad. Se cuenta que El Juli ya habría elegido las ganaderías a las que se enfrentará en el ruedo baratillero: además de los Núñez del Cuvillo –que estoquará con Morante y Roca en Resurrección- el madrileño se pondrá delante de los esperados ‘grises’ de La Quinta y, seguramente, de las dos de Garcigrande reseñadas por la empresa –una en primavera y la segunda en San Miguel, en la que podría volver a coincidir con Morante- sumando así hasta cuatro pases en la temporada baratillera.

Poco más que añadir, por ahora, de unas conversaciones que continúan abiertas y en las que se ya se dan por hechas las cuatro corridas que podrían sumar Roca Rey. También se presumen dos tardes seguras –algunos querrán optar a una tercera- para toreros como Manzanares, Daniel Luque, Talavante, Urdiales, Emilio de Justo, Tomás Rufo, Aguado u Ortega, que inicia su propia campaña este mismo domingo en un atractivo mano a mano con Diego Urdiales en el ruedo de Valdemorillo. Todo está ya en marcha... este mismo martes se presenta el cartel pictórico de la temporada, una obra del prestigioso arquitecto británico Norman Foster que dará para hablar algunos días antes de que la empresa haga el tradicional llamamiento a los medios para presentar los esperados carteles en un acto monolítico que podría y debería adaptarse a los tiempos.

Al hilo de Madrid

Y mientras esas combinaciones sevillanas siguen cociendo a fuego lento, los carteles de la Feria de San Isidro ya son de dominio público marcando una senda que, más pronto que tarde, tendrán que asumir el resto de grandes empresas. En las exigencias del mundo actual hay que anticiparse, golpear primero... Las combinaciones de Madrid –hubo lugar para la sorpresa hasta el último momento- ya las conoce la Comunidad, las maneja la prensa y serán presentadas en una gala que deberá estar a la altura del acontecimiento que sigue siendo la mayor feria del mundo. No queda otra. También conviene valorar con sentido realista y visión de futuro las reformas de fondo y forma en un abono que ha reducido su metraje, modificado su argumento y hasta ha introducido descansos semanales que aliviarán el peso del serial.

Una vez más –y las que haga falta- hay que invocar a Ortega. Los carteles de Madrid no dejan de ser un reflejo de la sociedad a los que están destinados. La isidrada hipertrofiada basada en combinaciones bizarras ha dado paso a una apuesta por las figuras como base. El nuevo modelo ya tiene sus detractores y el búnker de la afición venteña –cada vez menos influyente por más que siga haciendo ruido- se revuelve en tertulias y redes clamando por la desaparición del antiguo tramo torista. Todo está por ver pero la única evidencia será, como toda la vida de Dios, la cuenta que arrojen las taquillas. El Madrid de 2023 no es el de los 80 y 90.

A vueltas con la tele

El alumbramiento de este nuevo San Isidro arroja otros titulares. Uno de los más trascendentes es el de la cuestión televisiva. La empresa Plaza 1 ha optado por dejar en el camino a la plataforma Movistar Plus apostando por un melón por calar en lo taurino que atiende al nombre de OneFootball. La emisión, dicen, sería vía internet. ¿Tendrá consecuencias para la viabilidad del antiguo Plus? No sería de extrañar... a los tiras y aflojas de las grandes empresas con la plataforma televisiva se unen los bandazos para anunciar las distintas ferias que impiden fidelizar a un abonado que se ve obligado a pasar demasiadas mangas para ver lo que quiere ver: los toros. El calendario de emisiones tendría que estar cerrado, ser público y notorio antes del comienzo de cada temporada. La presencia de los toros en la tele, aunque sea de modo restringido, es una necesidad imperiosa. Pues veremos en qué queda todo...

Unos se van y otros vuelven

Pero en estos días también se ha hablado de la retirada de un torero todavía joven como Alberto López Simón. Cuenta con cinco puertas grandes de Madrid en su currículum dentro de una trayectoria un punto desconcertante a la que ha puesto final con un elegante comunicado. Su marcha pone en bandeja otra reflexión: toreros jóvenes y recuperables cogen la maleta y el perro mientras se alimentan artificialmente el retorno de otros –u otro- a los que nadie echa de menos. No hace falta señalar.

Y no, no sería el caso El Cid que está encontrando más dificultades de las esperadas para materializar el escenario de su vuelta a la palestra. Su nombre tampoco figura en los primeros ciclos de la gran temporada sin que sepamos a ciencia cierta qué encaje podría tener en Sevilla, donde la oferta es menor que la demanda. La empresa Pagés está experimentado verdaderas dificultades para atender ciertas peticiones y encajar a determinados toreros. El molde es el que es; no se puede estirar más. Pero esto ya está aquí. El próximo sábado se celebrará la primera corrida de toros de la temporada en la provincia de Sevilla. Será en Guillena. Oliva Soto se encierra con cuatro toros –que serán cinco- de distintas ganaderías. Estaremos allí para contarlo.

Cada vez queda menos para el primer paseíllo de la temporada en la Maestranza. Foto: Álvaro Pastor Torres