En los últimos días se habían sembrado dudas más que razonables en torno a la hipotética reactivación de la temporada taurina en la plaza de la Maestranza. El coso del Baratillo lleva un indeseado año en barbecho por culpa de la pandemia. Hubo un intento de salvar los muebles de la temporada anterior, recuperando los festejos previstos para San Miguel pero la restricción de la normativa autonómica, que decretaba la separación de un metro y medio de espectador a espectador después de tolerar la apertura de las plazas a un 50% de su capacidad, acabó enfriando todos esos planes.
Todo cambió con el estreno de 2021, trascendiendo la intención de la empresa Pagés de abrir las puertas de la plaza independientemente de la celebración de la Feria de Abril. Esos planes, según se había filtrado en distintos ámbitos, pasaban por mantener la tradicional fecha del Domingo de Resurrección, 4 de abril, y agrupar dos tandas de cuatro festejos cada una en los siguientes fines de semana. Pero esa declaración de intenciones fue casi paralela al recrudecimiento de la pandemia que siguió a la apertura y relajación de las navidades. Resumiendo: los recientes datos en torno a la expansión del covid-19 pusieron en la picota esas pretensiones. Pero la apertura de la plaza sigue entrando en los planes de Ramón Valencia aunque con cambio de fechas: los festejos darían inicio el domingo 18 de abril, día que en circunstancias normales habría sido el del estreno de la Feria de Abril.
Así lo ha hecho saber el empresario de la plaza de la Maestranza en el transcurso de una reunión con el alcalde, Juan Espadas, que ha convocado a los representantes de los distintos sectores afectados por la suspensión de los fastos abrileños. El objetivo de este encuentro pasaba por organizar una serie de actos en torno a la Feria que se puedan llevar a cabo para reactivar la economía. En la cita, celebrada este martes, estuvieron presentes una veintena de entidades que expusieron sus necesidades de cara a generar ingresos para paliar la grave crisis a la que se enfrentan tras dos años sin poder celebrar la Feria. Todas las actividades alternativas que se pusieron sobre la mesa, inevitablemente, siguen supeditadas a la evolución de la situación sanitaria.