El lujoso festejo del Domingo de Resurrección, más allá del decepcionante juego del ganado lidiado y las dos orejas generosas obtenidas por El Juli, sirvió para dar el definitivo pistoletazo de salida a la temporada taurina en la plaza de la Maestranza. Fue un día de grisallas, apenas enjugadas por la notable faena del madrileño, premiado de largo por el palco. Pero la jornada fue mucho más ajetreada en la trastienda: la nueva plataforma de streaming -léase Mundotoro TV- que se ha hecho con los derechos de retransmisión de los festejos del coso sevillano en sustitución de Movistar Plus encontró demasiados problemas técnicos para llegar a sus abonados. El primer examen no pasó de mejorable. Tiempo habrá de hablar de ello.
Pero la función debe continuar La corrida de este domingo, organizada como un seis para seis, tiene un doble oficio: sirve de oportunidad y también de nexo entre la gran apertura pascual y el ciclo continuado de festejos que llegará el próximo miércoles, día 19 de abril. El serial de corridas se divide entre la llamada preferia y las corridas de farolillos, ampliadas este año al lunes posterior para aprovechar la festividad del primero de mayo desplazando de su fecha habitual -el actual domingo de resaca- a la corrida de Miura.
Pero hay que hablar de este festejo dominical que vuelve a tener aire de reivindicación profesional –la corrida de la oportunidad- siguiendo la estela experimentada el pasado año por más que el empresario del Real Coso, don Ramón Valencia, no sea muy partidario de un término que llevaría aparejado algunas obligaciones. Borja Jiménez, Lama de Góngora, Rafael Serna, Ángel Jiménez, Ruiz Muñoz -que es de Chiclana pero de familia camera- y Juan Pedro García Calerito estoquearan un encierro de Fermín Bohórquez jugándose a una única carta -desde distintas posiciones profesionales- seguir rodando por la temporada, quedarse frenados en seco o saltar de estrato si el triunfo fuera contante y sonante. O no.
La divisa jerezana, además, cumple el 75 aniversario decsu debut en esta plaza en coincidencia con su vuelta a los festejos a pie. Esa presentación se produjo el 19 de abril de 1948 en un cartel que integraban Pepe Luis Vázquez, Luis Miguel Dominguín y Parrita.
Presencias y ausencias
Conviene ir por partes, hablando de los que están, de los que se han quedado sin estar y hasta de los que habrían debido tener otro ajuste. El más veterano del coro es Borja Jiménez. Salió por la Puerta del Príncipe en su época de novillero pero acusó la dureza del paso del novillo al toro después de ser alternativado con todos los honores por su maestro Espartaco el mismo día que dijo adiós definitivo a la profesión. Es un torero que ha sabido sacar lo mejor de sí mismo y se ha reencontrado en la intimidad del campo. Cuenta con ese placet secreto de los profesionales y viene de confirmar la alternativa el pasado Domingo de Resurrección en una seria y sólida actuación. Puede sorprender
Le sigue en antigüedad Francisco Lama de Góngora que, como Borja, también participó en la primera edición de esta oportunidad. También cuenta con una Puerta del Príncipe en su gloriosa etapa como novillero sin caballos pero aquellos oropeles prematuros precipitaron el ostracismo del matador del Arenal que encontraría su propio rumbo en un viaje iniciático por México en el que se descubrió como hombre y se recuperó como torero. Sin prodigarse demasiado -dio un toque de atención invernal en Sanlúcar la Mayor- ha ido mostrando una interesante combinación de capacidad y ambición que se suma a su sabida calidad. Sigue teniendo balas en la recámara.
Rafa Serna, por su parte, quedó fuera de las combinaciones abrileñas del año pasado. Se le había ofrecido, precisamente, participar en este seis para seis que entonces consideró alejado de sus aspiraciones. Pero la peor corrida, casi siempre, es la que no se torea. Aquella decisión llegó a precipitar la ruptura con su anterior apoderado, Rodríguez Almodóvar, y dejó al torero de la Costanilla -acostumbrado a puntuar gota a gota en la Maestranza- en un complejo limbo del que ahora tiene la oportunidad de salir.
Ángel Jiménez, el último valor de la sartén ecijana, se reveló como gran artista en la corrida coral del año pasado. También es reincidente en el festejo por más que se le supusiera colocado en terna junto a Calerito -que tomó la alternativa con enorme solvencia en la feria de San Miguel- y Oliva Soto que, con el propio Jiménez, fue el triunfador de esa primera edición de la oportunidad contemporánea gracias a su rítmico concepto y su renovada ambición, puesta de manifiesto en la corrida invernal de Guillena que inauguró la temporada en la provincia de Sevilla el pasado 4 de febrero.
No, el gitano de Camas no está en este cartel al que renunció voluntariamente, considerando que merecía otro puesto. Así lo entendieron también numerosos aficionados por más que el empresario disimulara a duras penas su contrariedad en la presentación de los carteles abrileños. Los Pagés han usado otras estrategias que han dado cuartel a otro torero de reciente alternativa. Es José Ruiz Muñoz, chiclanero y sobrino nieto de Curro Romero. La búsqueda de un camino propio -necesitaba romper el espejo familiar- y una mayor confianza y seguridad delante de las reses han sido sus retos más recientes. Se les desea suerte a todos.