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Actualizado: 26 oct 2020 / 12:53 h.
  • Web Osborne
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Tiempos indecisos

Todo está preparado para que el Congreso de los Diputados –ésa cámara colonizada por frikis intolerables que se hacen llamar señorías- de vía libre a la prolongación del estado de alarma urdido en el último Consejo de ministros. En la práctica se trata de un toque de queda –aunque el señor Sánchez abogue por otro término- que recortará las libertades individuales, si Dios no lo remedia, hasta el próximo 9 de mayo. Resumiendo: casi seis meses de tinieblas que no permiten adivinar el fin de esta maldición bíblica que ha caído como una losa sobre nuestra salud, muchísimas vidas, la economía mundial y no pocos resortes de nuestra cotidianidad y afectos.

Dentro de esos afectos, cómo no, se encuentra el mundo del toro que sigue marchando a lo loco, como una gallina decapitada, sin saber demasiado a qué atenerse. La extraña temporada de 2020 ya es historia, con o sin ese último calendario de festejos de reconstrucción que podría verse recortado a tenor de los últimos acontecimientos. La triunfal y peculiar encerrona de Antonio Ferrera en la plaza de Badajoz –antología de su propia filosofía torera- podría considerarse el cierre simbólico de esta campaña sin ferias en las que pocos, poquísimos, han sabido o podido estar a la altura de las circunstancias.

Tampoco se pueden pedir peras al olmo. La pandemia pilló a todos con el pie cambiado y escasa capacidad de reacción pero el desarrollo de los acontecimientos debía haber animado a dar algunos pasos al frente que sí se han echado en falta, aunque sólo tuvieran carácter simbólico o de reafirmación de la grey taurina. Mientras tanto, siguen resonando las estúpidas declaraciones del ministro Uribe o los vaivenes del famoso PAC que algunos habilidosos han querido aprovechar para poner un nuevo palo en la rueda del toreo.

El ministro Planas ha tenido que salir a la palestra para aclarar que esa propuesta, con la que se pretendía cortar las ayudas a las vacas madre de las ganaderías bravas, “no tiene ninguna posibilidad de prosperar” en el parlamento europeo. El asunto ha servido para volver a certificar que la bravata de la escoria morada, que aboga por matar al sector taurino de inanición, es un nuevo brindis al sol pero también otra muestra de lo que significa gobernar el contra de, no a favor de la mayoría. Por cierto, el director general de Bienestar Animal no puede ser un animalista. Han oído bien: no puede ser un animalista.

Excelencia taurina

Una cosa viene con la otra. La activa tertulia taurina de ‘El Porvenir’ ha dado en la diana al otorgar su premio anual a la ‘Excelencia Taurina’-a José María Garzón. Se trata de un galardón que ya han colocado en sus vitrinas los matadores de toros Antonio Nazaré, Manuel Escribano, Antonio Ferrera, Espartaco, Andrés Roca Rey, El Juli y Pablo Aguado además del ganadero Victorino Martín. Pero el gerente de ‘Lances de Futuro’ es el primer empresario en hacerse acreedor de este reconocimiento. Garzón logró abrir las puertas de las plazas de El Puerto de Santa María y Córdoba -después de ver frustrado un primer intento en Málaga- poniendo en pie los dos acontecimientos taurinos que mayor expectación ha despertado en esta extraña temporada que ya podemos dar por amortizada.

Aquel festejo de El Puerto, ya lo hemos contado hasta la saciedad, fue una suma de alegrías y desencantos que ha podido enjugar definitivamente con el éxito organizativo de la corrida de la Hispanidad celebrada el pasado día 12 en Los Califas, que también abre un tiempo nuevo en su historia declinante. José María Garzón ha marcado algunos caminos en este tiempo de tribulaciones que exige talento, imaginación, altura de miras y un buen chorreón de valentía...

Fin de semana taurino... o no.

El panorama ha cambiado. Es indudable. El último fin de semana de octubre prometía –y sigue prometiendo- tres citas taurinas a tiro de Sevilla. Las dos primeras se habían organizado en Aracena dentro de la llamada ‘Gira de Reconstrucción’ orquestada por la Fundación del Toro de Lidia. Son esos dos mano a mano en el formato habitual de cuatro toros que suma el vis a vis de Diego Urdiales y David de Miranda y el reencuentro de dos viejos compañeros que separaron sus caminos como Pablo Aguado y Rafa Serna.

Esos dos festejos de Aracena –eran los de mejor argumento por escenario y actores- fueron trasladados a la plaza cubierta de El Bosque, en la ruta gaditana de los ‘Pueblos Blancos’, atendiendo a los vaivenes de la pandemia del entorno de la sierra onubense. Pero parece ser que tampoco será posible allí la celebración de estas dos corridas de toros que, previsiblemente, se verificarán en otra placita serrana, la de Ubrique... si el nuevo clima de restricciones, miedo y ruina no lo impide.

Si los nuevos planes salen adelante, el encontronazo de Aguado y Serna –con toros de Jandilla- se celebrará el sábado 31 de octubre y el de Urdiales-Miranda –el ganado es de Núñez del Cuvillo- pasaría al domingo, primero de noviembre, con las cámaras de Movistar Plus en directo. Ese mismo sábado se ha programado otra corrida de toros en Constantina. El rejoneador Leonardo Hernández y los hermanos Javier y Borja Jiménez estoquearán una corrida de Torrehandilla que será retransmitida por Canal Sur. El festejo de Ubrique comienza a las 16.30 y el de Constantina a las 18.00. Da tiempo justito para pasar de uno a otro a través de la pantalla...

Dudosas expectativas...

Pero ahora todo el mundo se tienta la ropa. ¿Las nuevas normas ya afectan a la celebración de estos eventos? Tampoco sabemos qué pasará con el resto de espectáculos programados dentro de esa gira de reconstrucción que, posiblemente, podría plegar velas para rediseñar algunas de sus estrategias de cara un año, el que ya viene corriendo, en el que el sector no puede seguir cruzado de brazos esperando el maná del cielo. Pero ésa es otra historia.

En la agenda de la FTL aún figuran los diez eventos –seis corridas de toros, un espectáculo de rejones y tres novilladas- programados en las localidades de Sanlúcar de Barrameda, Fuengirola y hasta Logroño. Pero no se puede aventurar nada. Pero nada de nada. Si nuestro inefable presidente del gobierno saca adelante su estado de alarma vamos a ver restringidos movimientos y libertades hasta el mes de mayo. ¿Qué va a pasar con la Fiesta? Largo me lo fiáis...