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Carolina Marín se vuelve a romper cuando rozaba la final olímpica

La onubense hizo un mal gesto cuando vencía a la china He Bingjiao por 21-14 y 10-5 que la obligó a retirarse dos puntos después

David Rubio

David Rubio

¡Qué injusticia y qué duro! Carolina Marín estaba pasando por encima de la china He Bingjiao en las semifinales de los Juegos Olímpicos de París (21-14 y 10-4) cuando hizo un mal gesto y se fue al suelo. Otra vez los fantasmas y una retirada dolorosísima dos puntos después.

Lo intentó. Volvió a la pista, pero estaba completamente coja. Lágrimas, sueños rotos y la imagen de su entrenador Fernando Rivas mirando al vacío resumen lo vivido mientras la grada gritaba "'¡Carolina, Carolina!". Lo hizo la afición española y también la china en una muestra de lo que supone la española para este deporte.

La onubense había tenido que recorrer un largo y durísimo camino desde que hiciese historia conquistando el oro en los Juegos de Río 2016 con dos gravísimas lesiones de rodilla. La segunda, una rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda y los meniscos interno y externo a finales de la primavera de 2021, la dejó sin la opción de revalidar el título en Tokio.

Su rival era la china He Bingjiao, a la que había derrotado en siete de sus nueve enfrentamientos. Ambas volantistas se conocen muy bien y quizá por eso los primeros puntos fueron de estudio hasta que con el 5-5 se desataron las hostilidades en la pista central del Porte de La Chapelle Arena que preside uno de los barrios más conflictivos de Europa Occidental.

La china He Bingjiao ganó un partido que tenía casi perdido

La china He Bingjiao ganó un partido que tenía casi perdido / EFE

La discípula de Fernando Rivas puso la directa con un espectacular parcial de 11-2 que sentenció la primera manga. Con 16-7 arriba, la española cometió tres errores que dieron pie a un 0-5 en contra (16-12) que solventó con otro 4-0 para imponerse por 21-14.

Demasiada solvencia incluso para tratarse de una semifinal olímpica. Carolina Marín empezó muy agresiva el segundo set, con continuos remates que desarbolaron a la asiática con un parcial de 0-4 que dio pie al 3-9.

Con 5-10 el silencio se adueñó de las gradas y un sudor frío recorrió la frente de la afición española y del deporte mundial. La onubense hizo un mal giro y se fue al suelo. Inmóvil, le pasaron por delante los peores momentos con las dos gravísimas lesiones, una en cada rodilla.

Tras ser atendida, volvió cojeando con una rodillera y se apagó la luz. Perdió dos puntos y se volvió a ir al suelo. El sueño se había acabado en una muestra más de lo duro y lo injusto que puede ser el deporte. Gloria a Carolina, un auténtico emblema del deporte español.

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