Opinión

Teresa Lafita Gordillo

La fábrica de vidrio la Trinidad y “El misterio de la Trinidad” de Paco Broca

Dos exposiciones se reúnen en el Antiquarium, para recordar la desaparecida fábrica sevillana

Uno de los paneles expuestos, recopilatorios de la Historia de la Fábrica. FOTO: T.L. / Teresa Lafita Gordillo

LA PRIMERA de ellas, organizada por el ICAS y la Plataforma “Salvemos la Fábrica de vidrio La Trinidad”, a cuyo frente se encuentra el incansable activista y divulgador cultural BASILIO MORENO -Presidente también de la Asociación de la Barriada del Retiro Obrero y miembro de la Asociación Niculoso Pisano, entre otras cosas- está compuesta por una serie de paneles didácticos conteniendo reproducciones fotográficas de diferentes fases de la misma, desde imágenes de su fundación por Luis Rodríguez-Caso en el año 1900, de sus instalaciones fabriles, talleres, oficios, calderas, instantáneas de sus momentos álgidos, planos y objetos que se elaboraban allí, de la fachada e interiores del edificio, su reconversión en 1934 en Cooperativa Obrera, los personajes destacados para la Historia no sólo de la Fábrica, sino de la ciudad, su “Resistencia” para que esta continuara hasta 1993 en que de nuevo se transforma en Sociedad Anónima Laboral, ... hasta llegar a su cierre porque era (im)posible de mantener abierta unas instalaciones cuando los encargos escaseaban, la implicación política no llegaba, de manera que en 1999, se vieron obligados a cerrarla.

De entre todos los nombres que podrían citarse aquí –incluido el de los antiguos propietarios por los que fue pasando la Fábrica- sólo mencionaré a José Thirión Llimós (el Primer Director en 1902) y al Dr. Pedro Vallina, por la atención sanitaria que prestó a los trabajadores y también a las mujeres (anónimas) dedicadas al empaquetado.

Desde entonces, una nueva Resistencia pacifista para que -una vez ya como está, rehabilitado el edificio- sea como se pretende por parte de todos los colectivos y las personas que quieran sumarse a esta iniciativa, sede de movimientos asociativos, cívicos, colaborativos, educativos,...Un Lugar también para la Memoria Social, Laboral, Fabril, ...Un Espacio Sagrado.

Casi un siglo exacto de vida, que fue sacando de los hornos y de la imaginación de sus trabajadores y artistas, un extensísimo Catálogo de muestras de excelente calidad: vidrio soplado, laminado, moldeado, tallado, grabado, dorado, esculpido en el aire con formas inverosímiles y extraordinarias (como sus famosos “cazamoscas”),..., transparentes, translúcidos, de colores, formas, usos decorativos y de ajuar, etc., etc., obras maestras algunas de ellas que traspasaron las fronteras de Sevilla para llegar a Museos y Colecciones Internacionales.

Contra del olvido, para que el edificio se conserve y puedan realizarse en él numerosas actividades, vienen luchando sin descanso bastantes de los descendientes de los operarios, historiadores de la economía como Julián Sobrino, otras asociaciones del entorno de la Macarena, donde tantas y tantas otras fábricas han desaparecido.

Por eso desde estas páginas de EL CORREO DE ANDALUCÍA WEB hacemos un llamamiento para todo aquel que quiera sumarse a la iniciativa de recuperar uno de los ejemplos del Patrimonio Industrial, que va aparejado además de la ingeniería, la arquitectura, la escultura, el dibujo y la decoración desde el punto de vista de las artes, a la sociología, antropología, la etnografía, la mecanización,...y en consecuencia, a la Historia de Sevilla.

Para que no se llegue a eso, muchos han sido –y siguen siendo- los testimonios de los movimientos sociales que todavía al día de hoy, pretenden que se conserve algo más que un edificio, sino el espíritu que le dotó de vida, destinando su interior a un Ecomumuseo y con él, que se conserve esa parte de la desaparecida –y bastante desconocida- gran industria que fue sevillana.

También, un Centro Cívico y una Escuela Taller donde se siga elaborando de nuevo esa magia que es el vidrio y del cristal, salido como antes, del mismo lugar de la ciudad. Para ello, los interesados en el rescate de esta parte de nuestro pasado casi inmediato, pueden dirigirse a la página web: http://plataforma-fabrica-de-la-trinidad-webnode.es

LA SEGUNDA y en la sala contigua, se exponen una serie de óleos y acuarelas del pintor Paco Broca: grandes, medianos y pequeños formatos, que recogen lo que él pudo captar personalmente en las visitas que realizó cuando la fábrica estaba en activo.

Para él esta exposición, es una especie de manifiesto personal que une en paralelo la Fábrica y su taller, que expresa ante todo lo que significa desde su punto de vista el Arte, que define en la transformación de la materia orgánica gracias al fuego.

La arena, la sílice, el feldespato, el cuarzo,... convertidos en cristal como algo que tiene mucho que ver con la magia y con la alquimia. En su taller es el óleo el que muta gracias al fuego interior, el de la creación, de ahí que las paletas de las que parten sus obras, sean las matrices o placentas que se van a transformar en las imágenes que pinta sobre ellas.

Formas espectrales, ectoplasmáticas, luces y sombras que colorea magistralmente porque Paco Broca parece tener un instinto nato para el color, para las composiciones difíciles, para las tonalidades oscuras de la que emergen manchas luminosas y etéreas, colores que se van intercalando y disolviendo en con el movimiento de sus pinceladas. No en vano recuerda la perspectiva aérea de Velázquez, algunas composiciones de Leonardo, la atmósfera de Rembrandt. Espacio, perspectivas y atmósferas que son las que definen su estilo.

Su concepto de arte, se basa pues en el fuego transformador desde que descubrió esa atracción por el vidrio coloreado, se dejó seducir por la pasta vítrea, las transparencias inverosímiles del cristal, primero en Murano y después en la Fábrica de La Trinidad.

La serie dedicada a esta inmersión en el mundo visible e invisible de las formas –dicho esto en el doble sentido de la materia cristalina y en fantasmal de las sombras que se mueven en sus lienzos- se combina con algún recuerdo de Las Meninas y con las nuevas técnicas que va incorporando en la experimentación continua que lleva a cabo, aplicando barniz a la acuarela o trasformando en trípticos y polípticos la embocadura que es el cuadro donde se desarrolla la escena.

Colores de interiores oscuros y difíciles donde se mueven las formas o se manifiestan en un estatismo de silencio. Obras que comenzó a hacer hace 20 años y a las que ahora ha vuelto añadiendo otras nuevas y aclarando algo las superficies anteriores y cambiando también las pinceladas. Pintura de contrastes de luces y colores, de una geometría que según sus propias palabras construye y deconstruye, de lo que está y no está pero se intuye. Una exposición que trasmuta en arte, la sensación de lo que pudo ser la Fábrica de Vidrios de La Trinidad y sus ocultos “misterios”.

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En paralelo a las muestras, se han venido celebrando otros actos, como el Documental “La Memoria de Cristal”, de José Luis Tirado y la conferencia sobre el conjunto fabril de la Macarena, a cargo de Julián Sobrino. También se ha mostrado al público dos instalaciones artísticas, una del comisario de la muestra Javier Fito y otra, de Mercedes Pimiento relacionadas con la arena, la sílice, los vasos, jarrones y la corteza de los árboles y otra serie de elementos en clara alusión al proceso que registra esta transformación del aire, la tierra y el agua (utilizada para endurecer y enfriar), procedentes de la Naturaleza. Una Naturaleza que regresa a ella transmutada en Arte.