Opinión

Juan Luis Pavón

El sevillano Rafa Castaño se las sabe todas

El sevillano Rafa Castaño se las sabe todas

El sevillano Rafa Castaño se las sabe todas / Juan Luis Pavón

El triunfo del sevillano Rafa Castaño en el concurso televisivo 'Pasapalabra', obteniendo un premio de 2,2 millones de euros, el bote de mayor cuantía en la historia de este programa, tiene muchas derivadas aleccionadoras. Vamos a relatar algunas de las más significativas:

En primer lugar, que un programa sobre conocimientos enciclopédicos puede ser líder de audiencia, cuando equivocadamente se considera que hoy en día es mayoritaria la población interesada por cotilleos y morbos.

En segundo lugar, la reivindicación del saber, del aprendizaje y de la memoria como cualidades que emular. Enriquecen a cualquiera, sin necesidad de estar en la pantalla de tantos hogares. La gimnasia mental no es una antigualla. Y además está acreditada por los médicos como la mejor terapia para prevenir la enfermedad de Alzheimer.

En tercer lugar, el interés por descubrir quién es Rafa Castaño, cuál es su trayectoria vital, a qué se dedica, cuáles son sus horizontes privados y sus criterios cívicos, han deparado en una avalancha de entrevistas corroborar que es una persona juiciosa y no un personaje que haya vendido su alma al diablo de la popularidad tras sus sucesivas etapas en 'Saber y ganar' y en 'Pasapalabra'. Sus respuestas a todo tipo de periodistas denotan la capacidad reflexiva de alguien que,con 32 años de edad, no da pie a que la fama se le suba a la cabeza. También ahí se las sabe todas, para preservar su privacidad, para empatizar con tantos jóvenes españoles que, como él, han tenido que emanciparse y madurar en un contexto de precariedad laboral y dificilísimo acceso a disponer de una vivienda. Y respalda como contribuyente que la Agencia Tributaria recaude un millón de euros de su premio, casi la mitad del montante concedido por Antena 3.

Y en cuarto lugar, su contribución a que una persona nacida en Sevilla sea valorada en España como la mejor en una faceta que no consiste en ser el más chistoso, ni el más festero, ni el más frívolo, ni el más marujo. Por supuesto que hay cientos de hombres y mujeres vinculados a Sevilla que destacan más que Rafa Castaño en el primer nivel de la excelencia profesional en ciencia, empresa, tecnología, cultura, acción social,... Pero el desconocimiento es de tal calibre dentro y fuera de la capital andaluza que la ignorancia se ha consagrado como el patrón de referencia y el conocimiento sobre esas brillantes realidades está más oculto que una catacumba. Hay materia a raudales para realizar un concurso en el que los/as aspirantes aprendan que en la ciudad de Rafa Castaño hay más gente que en su especialidad se las sabe todas.

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