Opinión

El calor anómalo de 2023 causó un exceso de 30 millones de kilos de plátano de Canarias

Una temperatura de 1,5 grados por encima de la media aceleró la producción 

El exceso obligó a vender a igual precio que en 2016

Corte, transporte y empaquetado de plátanos Cupalma / Andrés Gutiérrez

Un agricultor canario vende en la actualidad sus plátanos al mismo precio que en 2016, a 0,83 euros el kilo. ¿Cómo es posible que la fruta no haya subido de precio en siete años pese al aumento de los costes salariales y la inflación? La respuesta está en el cambio climático. El aumento progresivo de las temperaturas provoca que la fruta brote de la piña antes de lo esperado, lo que deja sin posibilidad de previsión al agricultor y deriva en un exceso de producción. En 2023, los termómetros se situaron a 1,5 grados por encima de lo normal en el Archipiélago y se produjo un excedente de 30 millones de kilos. Todo un escenario desfavorable para el sector. 

Pese a esta superproducción, en 2023 Plátano de Canarias comercializó 440 millones de kilos de plátano, el máximo histórico. Un hito que se ha visto ensombrecido por la situación «crítica» que vive el sector, como denuncia la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan). Los agricultores combinan los bajos precios obtenidos en origen con incrementos en sus costes de producción –laborales, de agua, y de materiales de producción y exportación– que superan el 30% en los últimos dos años. Estos contrastes «comprometen la viabilidad económica», apuntan desde Asprocan. 

El sinvivir de los plataneros comenzó como una cadena. Primero, el aumento de las temperaturas de 1,5 grados provocó una subida del 35% en la producción –dejando un excedente de 30 millones de kilos–. Tras esto, y con tanta fruta circulando en el mercado sin una demanda dispuesta a acogerla, el precio vivió una caída «fortísima». De hecho, al productor canario se le pagó el kilo de plátano en 2023 al mismo precio que en los años 2016 y 2017, a un precio medio de 0,83 en los mercados mayoristas, mientras que el consumidor final pagó alrededor de 2,11 euros por kilo.

La banana, más barata que el plátano en el supermercado

Con todo esto, el agricultor canario tuvo que ver cómo su principal competidor, el importador de bananas, logró un margen de beneficios mayor que el suyo. El precio medio mayorista de la banana fue similar al del plátano en 2023 –se pagó a 0,81 al productor–, pero este se trasladó al consumidor a 1,41 euros por kilo. Es decir, se ofreció mucho más barata que el plátano. Por ello, los productores canarios consideran que la banana importada actúa como marca de distribución «derrumbando el precio mayorista», el más bajo de la Unión Europea, a la vez que se ve beneficiada por una política de márgenes en distribución que impide una mayor rotación del plátano al consumidor.

Las acciones promocionales llevadas a cabo por los productores canarios lograron aumentar el volumen de consumo de la categoría en un 12% anual, lo que evitó una crisis definitiva. Sin embargo, esto no consiguió mejorar la proporción entre la cuota de plátano y la de banana importada, que se ha mantenido como en años anteriores en una relación del 60% y el 40%, respectivamente, en España.

El valor del mercado conjunto del plátano y la banana en España  ascendió el año pasado a 1.347 millones de euros y, de esa cifra, 900 millones correspondieron al plátano de Canarias, mientras que 447 millones fueron a parar a la importación de banana.

Dos grados por encima de lo normal este invierno

Al margen de la competencia con la banana, los productores canarios alertan de que han iniciado este año con los mismos problemas que el pasado, pues a los costes se unen los altos niveles de producción tras un invierno especialmente cálido –a dos grados de temperatura por encima de la media en enero–, lo que subraya la importancia de impulsar acciones que ayuden a preservar este sector clave para la economía regional. El plátano aporta anualmente más de 500 millones de euros a las Islas y da trabajo a más 12.000 personas de forma directa y 5.000 de manera indirecta, aseveran desde Asprocan. 

Contra las políticas agrarias de la UE

Al clima hay que sumarle otros asuntos que mantienen revuelto el ambiente en el sector primario con protestas por toda Europa. En ese sentido, Asprocan advierte de que para los agricultores canarios las decisiones tomadas por la Comisión Europea «son claramente insuficientes e ineficaces si se quiere que la actividad agraria tenga futuro».

Asprocan pide a Europa que obligue a los importadores de bananas a jugar con las mismas normas

También recuerda la asociación agraria que la Unión Europea debe exigir a todos los productores, «sean de donde sean», los mismos requisitos medioambientales y de respeto a los derechos de los trabajadores que se exigen a los productores comunitarios, condicionantes que están tras el aumento de muchos de los costes ligados a la explotación de las plataneras.

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«Europa debe ser responsable no solo de lo que produce, también de lo que consume. Es imprescindible que todos los productos de una misma categoría, como la banana o el plátano, apliquen por igual las normativas europeas», puntualizan.