El rey de la concordia, a pesar de los insultos

Frente a los insultos, la mano tendida. Frente al lanzamiento de barro, piedras y palos, intentos de mediar. Frente a la cólera, diálogo. Frente a los abucheos, concordia. Frente a la adversidad, dignidad. Frente a la violencia, paz. Frente a las dificultades, resiliencia.

A pesar de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había abandonado el caos por “el protocolo de seguridad”, Felipe VI resistía ante los vecinos encolerizados de Paiporta, porque quería escuchar sus problemas. El rey y la reina resistían limpiándose el fango, mostrando comprensión y deseos de conocer de primera mano la dimensión de la gigantesca tragedia. Ha sido la primera vez que han sido increpados y agredidos. Al contrario, como con don Juan Carlos y doña Sofía, la gente ha agradecido siempre el apoyo y el cariño real en momentos de duelo por desastres naturales o por terrorismo. En el País Vasco, Cataluña, Madrid, Valencia, Alicante, Lorca, en La Palma… siempre gratitud por sentirse reconfortados.

El rey dio ayer un ejemplo admirable de empatía con los que sufren, un ejemplo de buena voluntad queriendo ayudar. Ese era el objetivo del viaje de los reyes a la localidad más castigada por la devastadora Dana que desde el pasado martes, 29 de noviembre, contabiliza sesenta muertos de los 214 que, a la hora de escribir este artículo, llora la Comunidad Valenciana. España entera, el resto de la Unión Europea, los monarcas del Reino Unido, Marruecos y los Países Bajos, así como numerosos líderes internacionales lamentan las víctimas valencianas, más tres en Castilla-La Mancha y una en Málaga. 218 de momento. La gota fría más devastadora en un siglo.

"Entiendo la indignación social y por supuesto me quedo a recibirla. Es mi obligación política y moral. La actitud del rey esta mañana ha sido ejemplar.", tuiteaba Carlos Mazón, presidente de la Comunitat Valenciana tras los incidentes. Mazón, que aguantó gritos de “¡Dimisión!”, “¡Fuera!” y “¡Asesinos!”, como el resto de la comitiva oficial, no ha abandonado a los reyes, a pesar de que un escolta de doña Letizia había sido herido en la frente por uno de los objetos lanzados. Felipe y Letizia rechazaban protegerse, por ejemplo, con paraguas que les ofrecían responsables de la seguridad, mientras hablaban con la gente. Admirables los reyes, que durante más de una hora han permanecido en Paiporta escuchando testimonios de pérdidas irreparables y quejas desgarradoras.

Aunque bulos y extremismos de derecha y de izquierda alentaban desde hace días, a través de redes sociales, el mensaje populista “Al pueblo solo lo salva el pueblo” o incitaban a la rabia contra el “Estado fallido”, el Jefe del Estado y su representante en la comunidad autónoma han permanecido allí. Nos emocionábamos viendo en vídeos y televisiones las lágrimas de la reina Letizia pasando su brazo por el hombro a una joven con mascarilla o abrazando a una vecina, consolándolas por las desgracias. Veíamos al rey Felipe, con templanza, hablando con un grupo de muchachos que le echaban en cara el «abandono de las autoridades» durante cuatro días.

No podíamos escuchar los argumentos reales, pero posiblemente don Felipe, Capitán General y Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, les diría que es muy difícil movilizar en horas el mayor despliegue militar en tiempos de paz en España. En efecto, Pedro Sánchez anunció el sábado que cinco mil efectivos de la Unión Militar de Emergencias se unirían a los dos mil que ya se encontraban en la comarca destrozada. O tal vez, en las tensas conversaciones con los indignados de Paiporta, argumentara que varias poblaciones quedaron aisladas por los efectos de la Dana que ha destrozado carreteras y puentes. La gota fría que ha pulverizado records. En algunas zonas cayeron casi quinientos litros por metro cuadrado durante ocho horas. Lo que puede llover en todo un año.       

Los reyes y Mazón se iban a desplazar también a Chiva, otro de los municipios más castigados por el desastre natural, pero tras los incidentes, los reyes, de acuerdo con "las autoridades estatales, autonómicas y la Casa de S.M. el Rey", decidieron aplazar la visita. Sí mantuvieron la reunión de trabajo en el Centro de Coordinación Operativo Integrado (CECOPI), lo mejor que las autoridades nacionales, regionales y locales deben hacer para que no se desperdicien los esfuerzos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Guardia Civil y policías, junto con la UME, los servicios de protección civil y la inmensa solidaridad de los voluntarios.

Desde que se desató la Dana, Felipe y Letizia suspendieron su agenda oficial para seguir de cerca la tragedia, hablando con los alcaldes de las localidades afectadas y responsables y técnicos a todos los niveles. Porque también hay que pensar en el futuro para hacer frente al cambio climático. Doña Sofía, que acaba de cumplir 86 años, a través de la Fundación Reina Sofía que preside, ha donado 50.000 euros que llegarán a los damnificados a través de los bancos de alimentos locales. El rey ha dispuesto que efectivos de la Guardia Real se unan a las labores de la UME. Ya lo hicieron en tiempos de la pandemia, ayudando y desinfectando residencia de mayores. Solidaridad real en tiempos difíciles. Y el rey arbitrando las instituciones, cumpliendo con la Constitución.