Día Mundial del flamenco: Error 404

Pestaña Ayudas y fomento. Subvenciones para la promoción del tejido profesional del flamenco. Error 404. Página no encontrada. Ayudas a la promoción del tejido asociativo. Error 404. Página no encontrada. Pestaña Actividades. Programación Andalucía Flamenco en Teatros propios. AVISO: No hay eventos disponibles. Disculpen las molestias. Pestaña Patrimonio.

“La UNESCO ha incluido el flamenco en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad. Un reconocimiento que ya le había concedido nuestra comunidad autónoma al incluirlo en el nuevo Estatuto de Autonomía y con el que las instituciones públicas nos comprometimos a proteger, estudiar y difundir el arte jondo. Ahora renovamos y reforzamos este compromiso, pues aunque ya hemos avanzado bastante, aún queda mucho camino por recorrer. El nuevo compromiso que hemos adquirido con la UNESCO velará por el mantenimiento de nuestra tradición jonda a la par que la promocionará dentro y fuera de Andalucía…” Más información. Día del Flamenco de Andalucía 2023.

La UNESCO ha incluido el flamenco en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la humanidad. Un reconocimiento que ya le había concedido nuestra comunidad autónoma al incluirlo en el nuevo Estatuto de Autonomía

Pestaña Educación. Leemos: “Los niños y niñas andaluces deben ser conscientes del arte que les rodea y comprendan que la identidad de ser andaluz pasa por conocer su manifestación cultural más genuina. Para ello la Consejería de Cultura y Deporte trabaja para componer la senda que permita la incursión del flamenco en el currículo de la enseñanza en Andalucía”. Mal redactado y blablablá. Última noticia: Andalucía pondrá en marcha el próximo curso un Plan de Formación sobre el Flamenco para el profesorado. Fecha: 18/11/2021. Más abajo: Guías didácticas del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco. Clic. Network error. Pestaña Recurso de Información. Subpestaña La Nueva Alboreá. Fecha: julio-septiembre 2019.

Perdonen la chapa, pero no encuentro mejor manera para explicar el desorden, la desactualización, las iniciativas palizadas, las palabras vacías, las promesas incumplidas, la falta de interés, la inutilidad y los incomprensibles y repetidos errores de las administraciones públicas para con el flamenco que compartir tal cual algunos de los resultados que ofrece la web del Instituto Andaluz del Flamenco. Por lo demás, con la nueva imagen corporativa completamente renovada.

No encuentro mejor manera para explicar el desorden, la desactualización, las iniciativas palizadas, las palabras vacías, las promesas incumplidas... para con el flamenco que compartir tal cual algunos de los resultados que ofrece la web del Instituto Andaluz del Flamenco

Estamos tan acostumbrados a no esperar nada de los políticos y a asumir el engaño como parte del juego de tronos que la instrumentalización, inoperancia y desfachatez con que abordan los asuntos jondos nos producen ya más pereza que desesperanza, más aburrimiento que rabia. Y ya agotados, impotentes o anestesiados, vamos viendo desaparecer, desfallecer o morir los recursos, iniciativas, ayudas, programas, actividades o promesas, mientras hacemos compás con palmas sordas.

Han pasado trece años desde que la Junta de Andalucía declaró el 16 de noviembre como Día Internacional del Flamenco y dieciocho desde que con total osadía se atribuyera “en exclusiva” en el art. 68.1 del Estatuto de Autonomía de 2006 las competencias en materia de "conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco".

Sin embargo en este tiempo, no sólo no se han satisfecho ninguna de las históricas reclamaciones del sector (como la de incluir esta enseñanza artística en los planes educativos) sino que el presupuesto destinado a la cultura, las artes escénicas y en concreto al flamenco ha ido reduciéndose imparablemente año tras año.

Así, cada poco, en los días señalaítos de los Gitanós de temporá que cantaba Raimundo Amador, se repiten las fotos y las loas donde todos sacan a relucir los lunares y presumen de jondismo con indisimulada hipocresía volviendo a posponer el inicio de la aplicación de sus propios compromisos. Como la Ley Andaluz del Flamenco, aprobada en abril del pasado año y primera que daba un marco legal al flamenco en 36 artículos que se supone que había que elaborar y aprobar en un Plan General Estratégico cuyo plazo se estableció en 18 meses.

Por eso, leo con asombro las declaraciones de los distintos representantes públicos que aprovechan la efeméride para acordarse de un arte que ignoran, desprecian o abandonan en cuanto el artista desaparece de la alfombra roja y cuando veo la bandeja de entrada llena de recitales, actos y encuentros con motivo de este día me pregunto qué estamos celebrando exactamente y si así no estamos contribuyendo a la farsa y alimentando la ineptitud de quienes nos gobiernan.

Leo con asombro las declaraciones de los distintos representantes públicos que aprovechan la efeméride para acordarse de un arte que ignoran, desprecian o abandonan en cuanto el artista desaparece de la alfombra roja

La universalidad del flamenco la otorga el público que desde cualquier rincón del mundo reconoce la riqueza de esta cultura y el increíble talento de los artistas que con su esfuerzo lo desarrollan y sostienen cada día. También quienes desde su posición y casi siempre con mucho esfuerzo (investigadores, divulgadores, docentes, técnicos, periodistas, gestores culturales, programadores…) se empeñan en desarrollarlo, estudiarlo, difundirlo o hacerle sitio.

En su simbolismo, el Día Internacional puede estar bien si nos sirve de examen para reclamar a las administraciones que hagan los deberes que les correspondan. Para pararles los pies cuando intuyamos que la simpatía o el “apoyo” no es más que un disfraz del intervencionismo o la patrimonialización interesada. O para exigir que el dinero de todos y todas no se destine a eventos flamencos que no cumplan la paridad, a artistas que no lo necesitan o a medios de comunicación que no pagan a quienes escriben. Motivos todos que invitan más a golpearnos los nudillos que a irnos de fiesta. Dejemos los brindis para otras juergas.