Opinión | Mollete de calamares

Franco mola

Franco durante la grabación del NO-DO

Franco durante la grabación del NO-DO / EPC

Franco mola a los chavales. Aunque, pensándolo bien, esto que escribo suena inverosímil. Resulta una frase poco creíble porque los chavales de ahora ya no dicen mola. Suena anticuado. Ojo, que lo de que Franco gusta sí que es verosímil. No lo digo yo, se dice ya hasta en sede parlamentaria. Para sorpresa de nadie, hay diputados franquistas. Para sorpresa de absolutamente nadie, esos diputados militan en Vox.

El pasado jueves, un miembro del grupo parlamentario de Vox en el Congreso, se despachó a gusto, diciendo que el franquismo “fue una etapa de progreso para lograr la unidad nacional”. Para disimular que eso es lo que él mismo piensa, dijo que es una conclusión a la que están llegando los jóvenes “gracias a las redes sociales” porque son verdades que el Gobierno trata de “ocultar”. Pero siendo completamente honesto con usted que lee estas líneas, este diputado franquista de Vox tiene razón. Que Franco mola mucho lo piensan en Vox, pero también lo piensan cada vez más jóvenes. Y las redes sociales juegan un papel fundamental.

Hace 13 años yo podía considerarme eso que llaman un joven. Tenía 27años y en la Puerta del Sol de Madrid una pancarta rezaba: “Lo llaman democracia y no lo es". El 15M impugnaba a la clase política y las redes sociales eran bienintencionados espacios para el intercambio de opiniones. Los más dañino que podías encontrar en redes para la estabilidad de nuestro estado de derecho eran las pintas de tu tía en la foto de cumple que subías a Facebook. Instagram y Twitter estaban en pañales y TikTok no era ni un embrión.

Que Franco mola mucho lo piensan en Vox, pero también lo piensan cada vez más jóvenes. Y las redes sociales juegan un papel fundamental

En 2024, la dictadura del algoritmo ha cambiado las cosas demasiado. Como dice el diputado de Vox, los jóvenes reciben en redes mensajes que validan el franquismo. Una realidad que hace que uno de cada cuatro de aquellos que nacieron con el smartphone en la mano, vea con buenos ojos un régimen totalitario, según algunas encuestas. El algoritmo hace diana en un grupo de población al que el sistema ha fallado.

Sin posibilidad de alquilarse un piso digno, sin margen para ganar un sueldo que les permita prosperar, hijos de la crisis de 2008, de la crisis por la pandemia, de la crisis de inflación por la guerra de Ucrania, la población más joven no encuentra motivos para confiar en el que es Estado de bienestar para algunos y de malestar para ellos. Si este Gobierno acaba la legislatura, aquellos que nacieron en 2008 tendrán derecho a voto en las próximas elecciones. Les haré spoiler: muchos de ellos no irán a las urnas rebosando ilusión por participar en la fiesta de la democracia. Alguno deseará que esa sea la última fiesta.

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