Detectores de franquistas

Se está liando una buena a propósito del cómic Franco, de José Pablo García a partir de la biografía canónica de Paul Preston. Y todo a propósito de una pieza informativa de los Informativos de Canal Sur en la que el presentador se refirió al dictador como "el militar que gobernó España durante casi 40 años". El übermensch del antifascismo patrio Fonsi Loaiza afeó la expresión en redes sociales y la cosa le ha terminado salpicando al propio García, con tuits (si es que se siguen llamando así a los comentarios en X/Twitter) como éste: "Enhorabuena, campeón. Ve a publicar otro cómic de Hitler a Alemania, a ver si sonríes tanto al salir en la tele. No tenéis vergüenza lo que hacéis por dinero". O este otro: "Por culpa del blanqueamiento y la publicidad "gratuita" de Canal Sur, ese dibujante propagandista del fascismo se va a forrar vendiendo ese comic de mierda estás navidades".

Llevo ya mucho tiempo pensando que el verdadero problema en la comunicación de nuestros tiempos no son las fake news sino las non read news; o sea, que nadie lee ni una sola noticia antes de abrir la boca para soltar lo que sea. Ya no digo que los tuiteros éstos pasen por caja para comprar el cómic de José Pablo, pero, al menos, que le escuchen en la noticia de Canal Sur o que, por ejemplo, lean las otras entrevistas que ha ofrecido a propósito del lanzamiento del álbum; como la que se publicó en La Opinión de Málaga hace cosa de un mes, y en la que el dibujante malagueño decía cosas como ésta del dictador: "Su aspecto de bobo solemne chocaba con su inteligencia y su habilidad como manipulador; se consideraba de una austeridad ejemplar, pero se enriqueció obscenamente a partir de la Guerra Civil y permitió la creación de una red de corrupción a su alrededor; su frialdad a la hora de firmar sentencias de muerte contrastaba con su imagen de padre y abuelo entrañable…". Como ven, un claro intento de blanqueamiento de la figura del caudillo. 

Proyecto

Recuerdo que cuando José Pablo García me comentó que estaba enfrascado en el ambicioso proyecto de traducir al lenguaje comiquero la biografía Paul Preston pensé que la cosa podría resultarle peliaguda; creía que quizás desde se le atacaría desde la derecha más recalcitrante, que pondría en duda su intención de driblar el "enfoque maniqueo" para "ceñirse sólo a los hechos", como me manifestó que quería hacer... Pero qué va, se le está atacando desde la izquierda, la trve izquierda, claro, la que tanto pregona la importancia de indagar en nuestro pasado reciente para no dejar pasar las injusticia del presente. Ellos gritan a quienes les escuchen que hacer un cómic sobre Franco es blanquearlo, porque, claro, el cómic es esa cosa simpática para niños.

Me contaba hace un mes el dibujante malagueño que un biopic en viñetas y bocadillos de Francisco Franco era ha sido "una responsabilidad muy grande", sobre todo "porque no existía ningún cómic biográfico sobre Franco publicado en democracia". Pues ahora ya sabemos por qué: lamentablemente, entre los nostálgicos del régimen y los detectores de fascistas, seguimos con la cultura democrática por los suelos.