240.000 casas en expropiación

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05 feb 2022 / 13:42 h - Actualizado: 05 feb 2022 / 13:54 h.
  • Una protesta en Berlín por los altos precios de los alquileres de viviendas. / EFE
    Una protesta en Berlín por los altos precios de los alquileres de viviendas. / EFE

Doscientas cuarenta mil viviendas en proceso de expropiación en Berlín. La recta y capitalista capital Federal alemana está expropiando tan elevado número de viviendas, susceptibles de albergar a un millón de personas. Objetivo: bajar los precios de los alquileres. Tantas viviendas hay vacías en Berlín —había, mejor dicho— la inmensa mayoría a la espera especulativa de nuevas subidas. Es lo malo que tiene la especulación en los países donde al menos un poco, reina la Justicia, se vuelve en contra. Sería tremendamente injusto y falso pensar, siquiera imaginar algo así como “deben ser resabios del sistema comunista reinante durante algunos años en la cuarta parte de la ciudad”. No es eso. Berlín no es una ciudad comunista. Alemania no es un Estado socialista, todo lo contrario, es un Estado plenamente capitalista, de los que todavía osan llamarse “liberales”, pese al brusco trasvase del liberalismo al capitalismo.

El caso de Sevilla es más grave por varias razones. La conurbación sevillana tiene un número similar de viviendas vacías, lo que en proporción supera ese número con amplia ventaja, dado que Berlín la triplica en habitantes. El suelo es un bien común y las viviendas, aunque estén una encima de otra, ocupan suelo. El de un cuarto de millón de viviendas es un suelo ocupado e inutilizado, por tanto improductivo. Alemania anima la expropiación de viviendas vacías, mientras España las protege ¿estará España dispuesta a llegar hasta la colmatación total del territorio? ¿a construir por construir, es decir, por proteger la especulación? Ya el gobierno del PP impuso dos leyes para regalar suelo y otorgar ventajas fiscales y ha presentado recursos a instancias jurídicas superiores para proteger la especulación, decisión lamentable, por más que pueda ser su interés particular en tan negativa práctica. Y el Ministro Ávalos no tuvo escrúpulo en afirmar “La vivienda es antes un bien de mercado que un derecho”.

Veamos: el artículo 47 de la Constitución consagra el derecho a disfrutar de una vivienda digna, el 33 permite la expropiación en beneficio del interés general, “por causa de utilidad pública o de interés social”, pero gran número de políticos y juristas pese a auto denominarse “constitucionalistas”, se burlan de la Constitución, o son constitucionalistas de un solo artículo que no está entre estos. Y el 128 subordina toda la riqueza al interés general y reconoce la intervención pública en la actividad económica. Son elementos que los supuestos y falsos “constitucionalistas” ignoran a conciencia, lo que pone en duda plenamente su respeto a la Ley de Leyes española y por tanto, mina y hasta anula su credibilidad en el resto de su actuación social, política y legal.

Habitar una vivienda digna está ampliamente amparado por la Constitución. Por lo tanto es un derecho superior al de enriquecerse. Por eso mismo, la expropiación forzosa de viviendas por mantenerlas vacías (con el único fin de aumentar la especulación, recuérdese: manipular el precio de las cosas para obtener beneficio económico) y para cumplir con tres preceptos constitucionales, está muy lejos de suponer una acción “comunistoide”, como aviesamente sostienen Casado y los suyos. Por el contrario sería un acto plenamente legal, social, de Justicia, amparado en la Ley máxima, esa que un Tribunal interpreta pero a veces de forma incomprensible, quizá porque los partidos no deben intervenir en la elección del Poder Judicial. Pero este es otro tema también digno de comentario.