El curso escolar sevillano se ha iniciado con una baja de cinco mil alumnos sobre el curso anterior. La noticia es inquietante para la sociedad, pero los políticos de todos los colores siguen mirando para otro lado... La culpa es de nadie...
Pero esos cinco mil alumnos menos son una bofetada en la cara a la sociedad sevillana, que no acaba de enterarse que su futuro está en la demografía y que mientras menos niños nazcan, menos futuro tiene... reduciendo y reduciendo cada año el nacimiento de niños y niñas llegaremos a desaparecer... Así de claro. Mientras Sevilla, como España, como Europa, reduce su tabla de nacimientos, el mundo árabe la aumenta. Los occidentales ya no somos capaces ni de mantener los niveles de población, mientras los árabes la aumentan constantemente. O sea, nosotros cada vez seremos menos y los árabes cada vez son más... ¡Y a quién le importa esta triste realidad!
De aquella España donde había familias numerosas con diez y más hijos, hemos pasado a no tener garantizado ni los niveles de población básica. Claro que aquello era una barbaridad social, pero peor es lo que ahora sufrimos sin que los gobiernos actúen.
Si España no modifica su política demográfica, en pocos años la ciudadanía española desaparecerá. O sea, que dejaremos de existir... Pero esta situación no es nueva ni mucho menos. Desde hace medio siglo, España ofrece una panorámica anti nacimientos que contrasta con la doctrina cristiana que dicen que es mayoritaria entre los españoles. O sea, un camelo como una catedral... ~