Es absolutamente imprescindible que los políticos de todas las formaciones (sin excepción), que todos los ministros (sin excepción), y en todas las cuentas de las redes sociales en las que tanto se critican la violencia y la falta de democracia real; que se condene la agresión a los diputados Ignacio Garriga y Rocío de Meer en el Raval de Barcelona. Son diputados de Vox. Son representantes de una parte de la población española. Fueron elegidos democráticamente. Y deberían poder caminar por las calles de cualquier ciudad española sin problema alguno.
Se critica mucho ese aroma fascista que se desprende en cada concentración de los simpatizantes de Vox, en cada discurso de Santiago Abascal o cualquiera de los que forman parte del partido que lidera. No son pocos los que piensan que los votantes de Vox son una especie de masa enfurecida que van pegando palizas por la calle o que les gustaría hacerlo (la imaginación es libre y suele ser muy miedosa). A los simpatizantes y votantes de Vox se les mira con mala cara porque son unos ‘fachas’.
Al margen de lo que piensen o dejen de pensar, ayer un grupo de personas (estas sí sabemos a ciencia cierta que son violentas) intentó agredir a otro grupo. Eso es intolerable, eso debe ser denunciado por todos y condenado por el presidente del Gobierno, por Iglesias, por Irene Montero, por Echenique, por Casado, por Arrimadas, por Toni Cantó, por el ministro Illa, por el rey Felipe VI, por usted y por mí mismo. No podemos creer que al fascista no se le puede argumentar y lo que hay que hacer es destruirle con fiereza. Eso convierte en fascistas a todos.
Por cierto, los que acusan de fascistas a los que votan o simpatizan con Vox ¿saben lo que es el fascismo? ¿Han leído una sola página sobre este asunto? Es penoso que en los tiempos actuales se utilicen frases idiotas como si no pasara nada, es penoso que los más incultos y brutos puedan utilizar amplificadores de potencia descomunal (internet) para decir majaderías como si estuvieran inventando las ideologías. Vamos por muy mal camino.