Alba Carrillo ‘la libertaria’, Marta López ‘la alcahueta’ y el guardia civil tontorrón

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03 dic 2022 / 18:25 h - Actualizado: 03 dic 2022 / 18:34 h.
"Opinión","Televisión"
  • Alba Carrillo ‘la libertaria’, Marta López ‘la alcahueta’ y el guardia civil tontorrón

El guardia civil perfecto no lo era tanto. Vale. Ha colocado a su mujer los lereles y la que le viene encima es descomunal. Aún no lo sabe, pero va a pasar las de Caín. Ya veremos si el matrimonio aguanta. Le hemos tenido como el hombre admirable por su perfección, por su verbo tranquilo y por ese espíritu familiar que parecía inquebrantable hasta hace unos días. Que tenga suerte y que esto sea una anécdota en su vida. Un error lo tiene cualquiera y si llevas dos copas encima eres carne de cañón. No quiero excusar a nadie ni quitar importancia a lo que ha hecho, pero el derecho al perdón es necesario reivindicarlo.

Alba Carrillo ha tenido algunos fracasos amorosos. Pero eso no sería noticia si ella misma no hubiera hecho todo o posible para airear, una y otra vez, lo que le pasa en las alcobas. Soy de los que pienso (debe ser que los indios de la India vamos de un palo que nos permite ver las cosas de lejos y sin demasiado interés), soy de los que pienso, decía, que esta mujer puede hacer lo que le venga en gana. Es libre. Punto. Pero si se dedica a sacar de la mochila experiencias en la cama con no sé quién, tiene un problema. A eso se le llama vender la intimidad y tratar de estar en la televisión al precio que sea. Está feo y degrada la condición humana (sobre todo la suya).

Si lo de Alba Carrillo es cansino, desagradable y, por lo menos, sucio; lo de Marta López es repugnante. Lleva veinte años viviendo del cuento, apareciendo en la pantalla para ilustrar todo tipo de escándalos, para opinar sobre cualquier cosa sin saber hacer la o con un canuto, para parecer ser la amiga del que no quiere saber nada de ella. Está en todos los saraos y suele terminar haciendo el ridículo. Una pena que gente como ella sea capaz de vivir de no hacer nada.

Se han mezclado un guardia civil modelo con dos mujeres que se las saben todas y que sacarán tajada del escándalo. Desde luego, este sujeto es tonto de remate y la ha liado bien gorda. No hay otro culpable que él. Ella, insisto, es libre. Y, desde luego, ellas se están poniendo las botas con todo este cubo de mierda que llevan de un sitio a otro. De momento, Marta López sigue en su papel de alcahueta. Alba Carrillo en el de mujer fatal a la que un torero (nuevo escándalo) la deja insatisfecha en la cama.

Y así todo. Un asquito.