Amancio Ortega dona a la Sanidad Pública y Nuñez Feijóo cede lo donado a la Sanidad Privada

Nirek Sabal

Amancio Ortega

Amancio Ortega / Agencias

Ahora resulta que una de las máquinas donadas por Amancio Ortega está siendo explotada por un hospital público al que pueden acudir enfermos a través de una entidad privada.

El Centro Oncolóxico de Galicia (entidad a la que ha llegado la máquina) está ubicado en A Coruña y ofrece servicio a pacientes procedentes de la sanidad pública y de la privada. Algunas de las máquinas que se encuentran en sus instalaciones las aporta, directamente, la Xunta. Es un centro de referencia en Galicia para el tratamiento del cáncer que depende de una fundación (Fundación Centro Oncológico de Galicia José Antonio Quiroga y Piñeyro), en cuyo patronato están la Xunta y el Ayuntamiento de A Coruña.

Siendo Núnez Feijóo presidente de la Xunta se produjo la cesión de la máquina donada por Amancio Ortega.

¿Es todo esto legal? Sí, a pesar de las quejas y dudas que ha mostrado el Consello de Contas (el ente que fiscaliza a las administraciones públicas en Galicia), parece que todo está en orden. ¿Está bien hacer estas cosas, parece lo más decente? No y es un no tajante. No hace falta que el Consello de Contas diga una sola palabra para saber que está feo eso de poner en manos de entidades privadas lo que es público (dar acceso apacientes de esas entidades privadas es poner en sus manos los aparatos). Es fácil de entender: se le da la oportunidad de ganar dinero a una entidad privada utilizando recursos públicos.

El pobre Amancio Ortega no deja de estar en boca de todos, y en las redes sociales, gracias a una cosa y a la contraria. Este empresario, que dona una cantidad importante de dinero para un fin, se encuentra con que sus máquinas se utilizan para otro que no es el que fue motivo de donación. Y vuelven a caer sobre él las habladurías y el odio de un sector de la población que cree que este señor y los empresarios en general son los seres perversos que tienen el mundo patas arriba.

Nuñez Feijóo no termina de acertar y se desliza peligrosamente (para él) hacia un discurso insulso, hacia acciones dudosas y una posición más radical de lo esperado. Lo de ceder esta máquina a una entidad privada dice mucho de alguien que quiere ser presidente del Gobierno de España.

Amancio Ortega es un empresario de éxito que ha ido acertando en cada momento de su carrera profesional. Lo de donar máquinas de enorme valor médico es otro de sus aciertos aunque no le guste a unos pocos.

Los que hacen de las máquinas donadas por Amancio Ortega su forma de vida, criticando a todo criticar, son, sencillamente, unos pobres mediocres que creen que poniendo en duda lo que hace un empresario de éxito les convierte en héroes modernos.