Pontegadea diseña la estrategia de adquisición de ‘19 Dutch’, una torre de 64 pisos de lujo en pleno distrito financiero de Nueva York. El actual propietario es, según The Real Deal, Carmel Partners. Es decir, Amancio Ortega, el fundador de Inditex, va a comprar un edificio de apartamentos de lujo por 500 millones de dólares.
Y las redes sociales se han incendiado, y algunos se rasgan las vestiduras como si llegase el fin del mundo, y muchos piden una pena ejemplar que lleve a Amancio Ortega a la cárcel más sucia y peligrosa del mundo. !Pecado¡ ¡Traición! ¡Vergüenza!
Ignorancia absoluta, diría yo. El equilibrio de las estructuras financieras de las empresas dependen de eso que se llama inmovilizado material (entre otras cosas) y, por ello, las empresas adquieren edificios siempre que pueden, es decir, cualquier entidad necesita realizar operaciones de este tipo para generar fortalezas y asegurar el futuro en la medida de lo posible. Eso por un lado. La pregunta que podemos hacernos al ver cómo miles de personas critican que un empresario genere riqueza y puestos de trabajo como nunca antes lo había hecho en España es ¿y qué? ¿Qué problema genera que una empresa vaya mejor? ¿Cuál es el pecado de Amancio Ortega? La respuesta a esa pregunta es que la ignorancia es muy atrevida y lleva a las personas a decir incoherencias y falsedades estúpidas. Y las redes sociales es el templo de la idiotez (vale, que nadie se enfade, también hay mucho bueno y admirable).
¿Qué pasaría mañana si Amancio Ortega diese la orden a sus directivos de paralizar la compra de inmuebles y la actividad empresarial de sus empresas? Supongamos que se levantase pensando en que ya está harto de críticas y es mejor dejarlo, quisiera meter en el banco la pasta y que fueran otros los que hicieran negocios ¿Qué pasaría? Desde luego, lo que no ocurriría ni en broma es que Pablo Echenique fundara una empresa y que consiguiera lo mismo que Amancio Ortega.
De verdad, qué pereza me da todo esto