La vida del revés

Andalucía y la madre de todas las batallas

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09 ene 2020 / 09:42 h - Actualizado: 09 ene 2020 / 09:46 h.
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  • Juanma Moreno Bonilla. / EFE - Archivo
    Juanma Moreno Bonilla. / EFE - Archivo

No va a ser bueno para nadie que la crispación política siga creciendo sin control en cada rueda de prensa, con cada declaración de un líder político o con cada documento que se filtre. Todo no puede convertirse en motivo de bronca, acusación o ataque frontal contra el adversario político. No va a ser bueno que el tono de los discursos escuchados en el Senado y en el Congreso de los Diputados sea tan belicoso, tan insultante. Cada palabra no puede ser pronunciada buscando el enfrentamiento y la demostración de que el partido contrario es un vertedero. No puede ser que los líderes políticos utilicen el ‘Apocalipsis que llega’ como un motivo más que justifique pedir que se produzca, de una vez por todas, la madre de todas las batallas.

La política no tiene nada que ver con la guerra y, por ello, conviene no confundir una cosa con otra o, lo que sería peor todavía, mezclarlas. Se trata de hablar, de negociar de llegar a entendimientos en busca del bien común.

Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, ya advierte de movilizaciones, el próximo 28 de febrero, si los intereses de los andaluces son pisoteados. Aún no hay Gobierno de España y ya amenaza. El problema fundamental es, como casi siempre, la financiación autonómica, esto es, los 4.000 millones de euros que reclama el actual ejecutivo andaluz al Gobierno central. Esa cifra fue calculada por María Jesús Montero cuando era consejera andaluza de Hacienda, esto es, antes de ser ministra de Hacienda. Lo reclama el señor Moreno Bonilla cuando antes, durante el periodo en el que el Gobierno de España lo presidía Rajoy, no pidió con tanto énfasis nada parecido. Y ha descubierto una asimetría territorial en España y la amenaza de un incremento en el tamaño de la brecha que diferencian a unos españoles de otros, de catalanes, vascos y navarros respecto a, por ejemplo, los andaluces. Como si esto no existiera desde el minuto uno del partido.

Si bien es cierto que Moreno Bonilla dice preferir los acuerdos, de momento, ya prepara movilizaciones y medidas ‘judiciales, políticas y sociales’.

A ver si el 28 de febrero próximo, con un poquito de suerte, se queda en fiesta y no en una nueva ridiculez inventada por un político. A ver si, de una vez por todas, los políticos se sientan en los despachos y hacen su trabajo. A ver si hacen política. Ya está bien de tapar la falta de talento y la falta de argumentos ideológicos con el enfrentamiento. Ya está bien.