Menú
Viéndolas venir

Animaladas

Image
Álvaro Romero @aromerobernal1
09 oct 2021 / 11:25 h - Actualizado: 09 oct 2021 / 11:26 h.
"Viéndolas venir"
  • Animaladas

No he leído aún con lupa lo que el gobierno pretende hacer con esa defensa de los animales que está levantando tanta pupa entre quienes presumen de defenderlos de verdad tratándolos como tales. Pero me basta con mirar alrededor para ver perros abandonados, galgos en los huesos desorientados ante la muerte que les aguarda, pájaros que no lo son porque no vuelan y mulos a los que cada día se trata como tales, a base de bien, sin que tengan que hacer nada más productivo que entretener a sus dueños a falta de otras imaginaciones, y entonces me parece que será poco todo lo que se haga por defender a estos seres que no tienen la culpa de nuestra estupidez.

No sé si el proyecto gubernamental es exagerado o no, más animalista que los animales como se puede ser más papista que el papa, pero sí sé el trato cruelmente instrumentalizado de los animales que veo a diario a mi alrededor. No hace falta ser animalista para defender los ciertos derechos de los animales, del mismo modo que no hace falta ser negro para defender a las personas de esa raza, mujer para defender a nuestra madres, hijas, amigas o compañeras, u homosexual para defender a tanta gente como siente otras opciones sexuales igualmente dignas. Lo único que hace falta es lo que no sobra en esta sociedad crecientemente individualista: empatía con la otredad, o sea, con los demás seres vivos que sufren sobre nuestro mismo suelo.

A veces, el mejor termómetro para dirimir si una propuesta lleva camino o no es asistir al inquietante revuelo de quienes están tan interesadamente en contra. Y en este caso hay quienes se espantan de que no se pueda tratar a los perros como perros en la peor de todas sus acepciones, de que los caballos no puedan seguir sirviendo para la diversión de sus dueños hasta la extenuación y muerte del animal, como instrumento que parecen ser, de que se implementen ciertos límites en la caza, y hasta de que haya que hacer un curso para tener una mascota porque, a la vista de tantas animaladas, conviene recordar que ninguna mascota es un juguete de usar y tirar.