La Gazapera

Antonio Fosforito y el mairenismo

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
05 ago 2022 / 10:09 h - Actualizado: 05 ago 2022 / 10:12 h.
"Flamenco","La Gazapera"
  • Antonio Fernández Fosforito. / Javier Díaz
    Antonio Fernández Fosforito. / Javier Díaz

El pasado 3 de agosto el maestro Antonio Fernández Díaz Fosforito cumplió 90 años, y sigue en la brecha. Se alejó de los escenarios hace mucho tiempo, pero no del cante. No hay congreso o gran festival flamenco donde vayas y no veas al gran maestro rodeado de jóvenes artistas, flamencólogos y aficionados. Es la referencia para todos, posiblemente el cantaor más respetado de la historia, después de Don Antonio Chacón. Más incluso que Antonio Mairena, porque Fosforito no se dedicó jamás a nada que no fuera cantar. No existe el fosforismo, solo Fosforito. Le dieron la Llave del Cante por consenso y no mediante concurso manipulado o el amiguismo. Se la disputó a Mairena en 1962, en Córdoba, sabiendo que Ricardo Molina ya había elegido al mairenero. Todos los que participaron en el concurso cordobés conocían la jugada del poeta pontanés, pero iban cobrando. Fosforito tenía 29 años, era ya una gran figura del cante y, además, admirador de Mairena, entonces un cantaor no muy conocido. De hecho, Cuando Fosforito le habló de él a Ricardo, en 1957, lo confundió con el cantante leonés Pepe Mairena, aquel que cantaba lo de la ovejita lucera.

Fosforito era ya mairenista, le gustaba mucho el cante de Mairena, admiraba sus conocimientos y apreciaba su metal de voz. Por eso le habló de él a Ricardo y aceptó la maniobra del poeta para darle la tercera Llave del Cante, a pesar de que estaban ahí la Niña de los Peines, que la quería, Pepe Marchena, Manolo Caracol, Pepe Pinto o Juanito Valderrama entre otros. El cantaor de Puente Genil fue siempre un mairenista convencido, y lo sigue siendo, y Antonio Mairena le dio siempre su sitio en el festival de su pueblo. Fosforito nunca se le subió a las barbas, a pesar de su calidad y fama, como hicieron algunos de sus discípulos, Lebrijano entre ellos. Por tanto, Antonio lo quería, lo admiraba y supo tenerlo a su lado como amigo. Le interesó siempre tener de su parte a un gran cantaor no gitano que vendiera sus virtudes como maestro del cante calé. Y a Fosforito le interesó también que una figura como Mairena le diera su sitio en el cante, le gustara o no el cordobés, que de eso escribiremos algún día. Con 90 años recién cumplidos, el maestro Fosforito es una figura admirada por todos los aficionados y respetado por los artistas. Y sigue siendo un mairenista confeso, un incondicional del gran maestro de los Alcores. Pudo disputarle el cetro, la baraka, pero prefirió no dar ese paso y tener con él una relación de amigos, de grandes amigos.