Los medios y los días

Árboles y adoquines

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17 ene 2020 / 07:17 h - Actualizado: 17 ene 2020 / 07:17 h.
"Los medios y los días"
  • Árboles y adoquines

Las raíces de los árboles de Sevilla quieren ser libres pero una losa de adoquines se lo impide. Es una metáfora de la Historia en sus niveles macro y micro. Millones de seres humanos han querido ser libres y han debido romper losas que deseaban lo contrario. Millones de seres humanos siguen queriendo la libertad y el bienestar y cientos de losas se empeñan en no dejarlos respirar o en hacerles creer que son libres porque compran en una gran superficie o en otra o porque votan a un partido o a otro que con frecuencia podría ser el mismo partido con corrientes internas diferentes que pugnaran civilizadamente entre ellas y se hicieran con el poder interno civilizada y democráticamente y en lugar de enquistarse ahí arriba cedieran el paso a otras sensibilidades y se abstuvieran de fundar mil y un partidos. Pero el ser humano, por ahora, es así, fabrica losas, quiere ser libre y cuando lo logra destruyendo una losa, el que ha logrado su libertad elabora otra losa que romper por otros y así sucesivamente.

Los árboles de Sevilla no sólo quieren ser libres, sino que anhelan existir y multiplicarse, pero ya he dicho en otras ocasiones que aquí el mejor árbol es el árbol muerto. Sin embargo, hay una forma muy fácil de hacer algo a gran escala para paliar la crisis climática: sembrar miles de millones de árboles. Y a pesar de ello, vivo en una zona del planeta que odia a los árboles, que los siega en cuanto puede, una zona donde molestan sus ramas porque les quita luz a las casas como si aquí necesitáramos luz. Y qué rico el calorcito, qué frio hace en Sevilla, oigo decir con frecuencia, cuando en Sevilla lo que suele hacer es un fresco a veces intenso y por poco tiempo. La última gran nevada fue en febrero de 1954 y hubo otra pequeña en 2010 que ni cuajó en la ciudad.

Parece como si la losa de adoquines que aprisiona las raíces de los árboles de Sevilla fuera la misma que muchos sevillanos tienen en su mente inmovilista, es sin duda la losa que aprisiona la capacidad crítica que poseen todos los cerebros humanos del mundo, en mayor o menor medida. Por eso -y por otras causas mucho más profundas- la libertad es una simple entelequia necesaria, como tantas otras aspiraciones existentes sólo para una minoría devorada por la mayoría silenciosa y conformista que fabrica losas con sus silencios.