La Gazapera

Arcadi Espada y el flamenco

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
11 sep 2021 / 09:48 h - Actualizado: 11 sep 2021 / 09:51 h.
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  • Arcadi Espada. / EFE
    Arcadi Espada. / EFE

Un buen y admirado amigo, el escritor y poeta isleño Enrique Montiel, entre otras cosas, biógrafo de Camarón, me dijo ayer que está entusiasmado leyendo un libro de flamenco que saldrá al mercado con Renacimiento, Molde roto, una recopilación de entrevistas a Antonio Mairena, Camarón, Fernanda y Bernarda o Salmonete de Jerez, entre otros. Hasta ahí todo normal. Lo bueno vino cuando me dijo que el libro era del periodista y escritor catalán Arcadi Espada, al que tanto he leído. Son unas entrevistas que hizo hace décadas con Antonio España, ya desaparecido, y Arcadio decidió publicar en su homenaje unos encuentros que según Montiel son extraordinarios. El libro no está editado aún, en la calle, pero Enrique me leyó algunas cosas sueltas y ardo en deseos de tenerlo ya entre mis manos. Arcadi no es el clásico flamencólogo pedante y aburrido que parece que hizo la mili con Juan Breva, sino un verdadero amante del flamenco, pero no de cualquier flamenco, sino del que lastima la piel. Enrique Morente solía decir que le interesaba el cante desde la cultura y no desde la chabacanería y lo ramplón del ¡arza y toma! El maestro de Granada era un hombre culto que no dijo jamás ninguna vulgaridad al hablar del mundo de lo jondo. Algo había leído de Arcadio Espada sobre el flamenco, pero no recordaba que fuera un apasionado de este arte que nos mata un poco cada día para que seamos más eternos. El que ama el flamenco nunca muere del todo, porque se queda para siempre envuelto en coplas, melismas y quejidos. Un libro de entrevistas es siempre muy interesante porque saca de las hemerotecas lo que alguien dijo hace décadas, como en este caso. Colecciono entrevistas realizadas a artistas flamencos de todas las épocas y a veces las releo para recordar cómo se expresaban don Antonio Chacón, el Mochuelo, el Niño de Marchena o la Niña de los Peines. Son tan interesantes como sus discos de pizarra y por eso tengo ganas de leer ese libro, para saber qué le dijo Mairena a Arcadi hace más de cuarenta años, cuando el cante era otra cosa. Ojalá lo presente en Sevilla porque seré el primero que se ponga en la cola para pedirle un ejemplar dedicado. No me digan que no es para suspirar a compás.