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Atentado yihadista en Torre Pacheco o el cuento de nunca acabar

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21 sep 2021 / 15:43 h - Actualizado: 21 sep 2021 / 15:50 h.
"Opinión","Terrorismo","Yihad islámica"
  • Estado en el que quedó el vehículo con el que se produjo el atropello masivo. / EFE
    Estado en el que quedó el vehículo con el que se produjo el atropello masivo. / EFE

Todo indica que el atropello múltiple que se produjo hace unos días en Torre Pacheco (Murcia), en el que perdió la vida un hombre de nacionalidad venezolana y tres resultaron heridos, es un atentado yihadista. De hecho, la Audiencia Nacional investiga el caso como un atentado de esas características. El conductor del vehículo era un hombre de nacionalidad marroquí, nacido en 1994, que llegó a España de forma ilegal siendo, en esos momentos, un MENA. Una vez que cometió el brutal atropello se clavó un cuchillo en el pecho apoyándolo en el volante. Dejó una nota escrita en la que hablaba de violencia y de Alá.

Si se confirma esta hipótesis, estaríamos ante el primer atentado yihadista desde 2017. Ese año murieron decenas de personas en las ramblas de Barcelona.

Todo lo que ha ido pasando en Afganistán parece que nos queda lejos; todo lo que nos queda lejos parece que no va con nosotros; pero todo lo que sucede en este mundo tan pequeñito afecta a cada persona. Y una de las cosas que ya fue anunciada era la posibilidad del regreso de la violencia yihadista. Los llamados lobos solitarios y las famosas células durmientes se ponen en marcha con facilidad y pueden provocar el caos y situaciones de pánico en ciudades de todo el mundo. El control que se tiene sobre estos sujetos llega a ser muy elevado aunque resulta muy difícil poder controlar el 100 por cien de sus movimientos. El peligro es cierto y lo tenemos muy cerca, dentro de casa. Así están las cosas.

Ahora, llegan las tentaciones de culpar a colectivos enteros, es el tiempo del miedo que perturba y bloquea. Sin duda se volverá a repetir lo que ha pasado en Torre Pacheco porque los talibanes controlan Afganistán y eso significa que el terrorismo yihadista se puede activar con rapidez. Sin embargo, que ese sujeto fuera un MENA en el pasado no convierte en terroristas a todos los niños y niñas que llegaran a España buscando un futuro mejor. Que ese sujeto naciese en Marruecos no convierte a todos los marroquís en terroristas. El Islám no es lo mismo que terrorismo igual que los vascos no son terroristas a pesar de lo que fue y representó ETA. Decir lo contrario sería injusto y estúpido. Eso se puede aplicar a la figura de los violadores: no todos los marroquís son violadores. Y así, todo. Es preciso que evitemos llamamientos generalizando de forma tonta y peligrosa.

Hay que esperar a que la investigación vaya evolucionando. De momento, tranquilidad y mucho, mucho, cuidado. Las autoridades mantienen el nivel alto de alerta por terrorismo porque saben que es una realidad con la que hay que enfrentarse. Ya veremos.