Los medios y los días

Avecrem, no me haces gracia

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14 sep 2020 / 04:00 h - Actualizado: 14 sep 2020 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Avecrem, no me haces gracia

Avecrem, he visto dos anuncios tuyos en la TV protagonizados por Karlos Arguiñano contra el que no tengo nada, el hombre ha sabido sacarle partido comercial a sus habilidades, nos distrae, gana su buen dinero y mejor para él. Los que no me gustan son los creadores de uno de los anuncios -espero que no haya intervenido Arguiñano que tiene negocios en el sector de la comunicación- porque como necesitaban a alguien que hiciera una gracia han echado mano de ¿algo original que demuestre ingenio? No, ¿para qué, si tenemos ahí a la andaluza con esa gracia que no se pue aguantá?, que haga ella la gracia, total, ya estarán los andaluces acostumbrados, desde al menos el franquismo, a ser los bufones de la dictadura primero y del reino después, ¿verdad?

El título pamplinoso del anuncio se llama “Avecrem con Karlos Arguiñano: Hervidos sabrosos en un chup, chup”. Uy, qué divertido, ¡en un chup, chup!, fíjate que cosa tan estimulante, un chup, chup. Claro, es que la publicidad siempre es divertida y positiva que penas ya tenemos bastantes en la vida. El argumento del anuncio es que hay guisos sosos y por tanto hay que ponerles Avecrem. Primero Arguiñano lanza un chiste que consiste en que hay guisos tan sosos “como ese tío que no bailó ni el día de su boda y entonces su suegra le decía” ... algo. Y aquí es donde entra la suegra que resulta ser la andaluza salá que tiene mucho arte y suelta: “Ereh máh soso que un arró hervío sin Avecrem”.

Más o menos se escribiría así, no lo sé porque en Andalucía no hemos tenido un Pompeu Fabra que, como en Cataluña, nos normalizara el habla para convertirla en idioma ni falta que hace porque como me dijo un día un célebre colega de la universidad, por cierto, experto en publicidad: “Aquí somos como los ingleses, hablamos de una forma y escribimos de otra”. Pero de ahí a que estemos todo el tiempo haciendo gracias va un mundo.

Avecrem, te has sumado a esos que cuando alguien comenta “pues yo soy andaluz” le dicen que cuente un chiste. Sé que hay andaluces con tanto complejo de inferioridad que necesitan destacarse cuando van por ahí y lo hacen a base de proyectar supuestas gracias, pero hay muchos más que no son así y merecen un respeto de una puñetera vez.

Avecrem, Arguiñano, cuando ha contado el chiste no lo ha hecho imitando el acento ni el habla vasca y en el otro anuncio de los dos a que me refería al principio de esta columna, uno de de arroz, ese que Arguiñano desarrolla junto a Carmen Machi, cuando Carmen habla de la paella que está acabando de cocinar no lo hace con acento valenciano, que lo hay porque yo procedo de allí y me lo sé de memoria. Todos habláis sin acento ni modo especial alguno menos la andaluza que debe hacer la payasada para que la gente se ría y compre Avecrem. Ea, toma ya, pues ya tienes un cliente menos que soy yo. Y, además, entérate, las auténticas paellas no llevan Avecrem porque lo bueno y sano no necesita artificios.

Y ahora vas y nos apuntas a este medio en la lista negra para no darnos publicidad e incluso puedes pedir mi cabeza, que eso se hace en el mundo de los medios de comunicación comerciales que son casi todos. Éste que lees ahora, mira, entre cuatro gatos muy luchadores lo hacemos y nos lee cada vez más personal que, a lo mejor para nosotros y peor para vosotros, se ha dado cuenta de que aún se puede emprender periodismo honesto, plural, sin casarse con nadie, y defenderse como se pueda en un mundo donde gobiernan unos pero mandáis otros.