Azahar de San Gonzalo

Image
05 abr 2017 / 23:37 h - Actualizado: 06 abr 2017 / 10:28 h.
"Cofradías"

TAGS:

Ese azahar que ya ha brotado en la plaza de Anita ha sido el más prematuro de la historia. Si los primeros calores de marzo lo han hecho arribar con tanta antelación a ese entrañable barrio –casi un pueblo aljarafeño que brotó más allá de los alfares y las huertas–, no ha sido por casualidad. Viene a anunciar un sueño, un anhelo, una devoción, una Corona...

Ese azahar que aún perdurará –en los naranjos más tardíos y de hojas tiernas– pondrá perfume el próximo lunes a esas esquinas del Barrio León, del Tardón y el Turruñuelo que nacieron de los barros de Triana casi al par que su Reina. Pregones de azahares de marzo, prolongados hasta lo inverosímil con la savia nueva de abril, pero siempre precipitados de impaciencia... Como anuncios de lo que ha de venir. Porque habrá que esperar a octubre, para que el tributo de alabanza hecho de oro de amor a una Virgen trianera vuelva a traernos la más excelsa de las primaveras.

Sueña mi alma tantas tardes de azahar de San Gonzalo, tantos rayos de sol atravesando esa sencilla espadaña de mi memoria, y logra ver en la placita a mis tíos y primos allí congregados para ver con sus vecinos la hermosísima cofradía del barrio...

Ese azahar de San Gonzalo será el primero en honrarla, por delante de las rosas de mayo, de los jazmines y las damas de noche del verano, de las más hermosas y exóticas flores que sus priostes puedan poner a sus pies. Permíteme Madre que este Lunes Santo mi felicitación sea tan prematura como esos azahares primeros. Ahí llevas mi cariño, el cariño de tantos, por adelantado... Y cuando toda Sevilla te reciba en la Catedral para que nuestro arzobispo te corone simbólicamente como Reina, te seguiremos perfumando de azahares con nuestras oraciones. No en vano somos miles los que, en carne propia o en la de familiares o amigos, hemos bebido alguna vez en la Fuente de aguas cristalinas de tus gracias y misericordias: Salud de los enfermos, Salud de nuestras almas, ruega siempre por nosotros.