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Manuel Ruiz de Lopera, Manuel Castaño, José Miguel López Catalán y Ángel Haro.
Las cartas de cara a la junta de accionistas del 23-S en el Real Betis están casi todas boca arriba. De un lado, José Miguel López Catalán y Ángel Haro, con el 5,5% de las acciones, el respaldo mayoritario de los minoritarios y liderando el proyecto ‘Ahora Betis ahora’ de línea continuista con el actual consejo que preside Juan Carlos Ollero y al que ellos han pertenecido desde hace un año y hasta hace escasos días. De otro, el ex consejero Manuel Castaño y su ‘Betis, mucho más que un sentimiento’, con el segundo mayor paquete accionarial a título individual (algo más de un 4%) que dice contar con el respaldo del aún accionista mayoritario Manuel Ruiz de Lopera (19,9%), aunque el del Fontanal no ha dicho todavía esta boca es mía. Y esta mano no la juegan, de momento, Luis Oliver y Bitton Sport, que se han quedado sin cartas al serles negada la inscripción con el 19.9% para la junta. Pero algo preparan.
Haro y Catalán, así como Castaño, ya han mostrado su juego. Sobre el papel, dos proyectos muy ambiciosos e ilusionantes, con una sustancial diferencia: la credibilidad. La afición bética, a tenor de las encuestas (91% a 9%) tiene clarísimo a quién creer y este sábado, a buen seguro, expresará su opinión de forma masiva en el Benito Villamarín en el transcurso del partido ante la Real Sociedad.
Lopera esconde sus cartas. Él juega otra partida, más allá del 23-S. La Audiencia ya ha decidido enjuiciarle y se expone a duras penas de cárcel y millonarias multas en el proceso penal, aparte de la inhabilitación y más multas que le pueden caer por abocar al club a un concurso de acreedores doloso, proceso en el que también está inmerso Castaño. Del 51% de acciones que poseía solo dispone hoy de los derechos políticos de un 19,9%, suficiente en todo caso para poder ganar la junta con el apoyo de Castaño, aunque también podría no usarlas ese día para tratar de aliviar las duras penas a las que se expone. Es la penúltima carta que queda por descubrir, pues los juzgados también podrían jugar las suyas.
PD: los cinco años de administración judicial en el Betis se resumen en dos ascensos a Primera como campeón de Segunda, una clasificación para la Europa League, una permanencia con 47 puntos y un descenso con 25. Y una rebaja de la deuda de más de 70 millones de euros. Los cinco años previos con Lopera arrojan un balance de un descenso con 42 puntos, un año en Segunda sin subir, una permanencia con 47 puntos, otra con 40 (salvación agónica en Santander) y otra con 42. Y una deuda generada de más de 70 millones de euros. ‘Pequeñas’ diferencias que los béticos saben muy bien calibrar, de ahí que tengan muy claro qué opción apoyar, sin necesidad de campañas mediáticas, aunque lo que manden sean las acciones pese a que muchas de las que componen cerca del 30% de minoritarios estén hoy por hoy enterradas.