La vida del revés

Bits Molotov

Si la sociedad española se convierte en un rebaño de forma definitiva correremos un claro peligro. Es preciso que los españoles reaccionen intentando el futuro que les corresponde

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01 sep 2020 / 14:46 h - Actualizado: 01 sep 2020 / 14:46 h.
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¿Qué sucede en la sociedad española?¿Nos hemos acostumbrado tanto a la corrupción o a que nos tomen por idiotas? ¿Es la sociedad española capaz de aguantar mucho más una gestión penosa que nos lleva de una ruina a otra? ¿Por qué nos mienten y lo soportamos? ¿O es que nos las meten cuadradas y no nos enteramos?

Divide y vencerás. Es algo que los fascistas del siglo XX sabían manejar a la perfección. Una vez que la sociedad está troceada es mucho más sencillo ir eliminando sectores incómodos y conseguir el pensamiento único. Y con algunos de los medios de comunicación actuales (verdaderos rodillos que dejan a las personas casi inservibles) es penosamente fácil hacer algo así. Sirve la mentira, la manipulación más torticera, las rueda de prensa sin opción a preguntar, los discursos ridículos y grandilocuentes para anunciar una noticia fantástica que se convierte (pasadas unas horas) en una estafa. Sirve todo porque no pasa nada. En España ya nunca pasa nada. Si recordamos el caso Bárcenas o de los ERE de Andalucía, si revisamos lo que se ha dicho y la poca consideración que han tenido con los ciudadanos; una de dos, o nos reímos o la liamos.

Pero no somos capaces de organizarnos. Nos han dividido tanto que ya no tenemos el sentimiento de ser un colectivo, de sociedad. Cada uno se salva como puede, el problema de uno no es el de otro. Nos han convertido en lo que muchos querían. Nos han cegado tanto con tanto miedo que somos incapaces de valorar el precio que se está pagando con esta crisis que solo ha asomado.

Mientras se ha ido desarrollando la pandemia, hemos estado mirando con cara de bobos el panorama, aterrados, sin mover un músculo. Eso sí, hemos inventado una enorme revolución en las redes que, por cierto, no sirve de nada. Millones de mensajes cada día. La herramienta más potente con la que jamás ha contado el ser humano; eso que llamamos la red; ha servido para que nos dedicáramos a lanzar bits molotov. Porque en las calles no hemos sabido canalizar nuestras energías; ni sabremos hacerlo en las urnas.

Parece que la batalla la hemos dado por perdida desde hace mucho tiempo. No estaría mal que pensáramos sobre ello y cargásemos con la parte de culpa que nos toca. Ponernos estupendos en las redes, para hacer chistes y poco más, es lo que hacemos pensando que somos verdaderos revolucionarios.

Es posible que volvamos a tener una última oportunidad. En la calle encontraremos a personas en circunstancias similares a las nuestras, viviendo las mismas miserias. Personas sin ganas de frivolizar porque ya están agotadas, arruinadas. Esta vez no podemos dejar que nos engañen. No lo debemos consentir. Hemos perdido un estado de bienestar que creíamos a salvo, un status social (casi todos) que tardaremos décadas en recuperar si es que alguna vez somos capaces de hacerlo. No pensemos tanto en el futuro y construyámoslo.