Bormujos reza cantando

El coro del Rocío de la localidad tendrá el privilegio de cantar en la misa pontifical

Image
16 may 2018 / 21:22 h - Actualizado: 16 may 2018 / 23:54 h.
"'Sevilla Al Minuto'"
  • Bormujos reza cantando

Son días de emociones, de nervios y rezos. Son jornadas de anhelos, de sueños cumplidos, de momentos no tan buenos que sin embargo merecerán la pena. Los devotos de la Virgen del Rocío disfrutan de nuevo del camino hacia Ella. Una nueva Romería se abre paso y regresan sensaciones que se echaban de menos. Los recuerdos afloran en forma de sentimientos. ¿Qué tendrá el camino? Siempre merece la pena.

Irán llegando los peregrinos a la ermita con kilómetros en el cuerpo, y el corazón en la mano. No pesará el cansancio porque la Virgen del Rocío les estará esperando y su mirada es la recompensa. Sucederá allí, en el templo blanco y puro de las marismas, donde se oyen los sueños a viva voz de cada romero que llegó hasta Ella, y también las promesas de quienes este año se quedaron.

Habrá de nuevo historias, y nuevas ausencias. Habrá ciertos pasos llenos de amargos recuerdos, y abrazos más fuertes que nunca. Las arenas del Rocío mueven a millones de peregrinos que acuden a confesar su amor a la Blanca Paloma, con una devoción incalculable y sin fronteras, lo que hace del Rocío la Romería por excelencia.

Una de las formas de expresar la pasión por la Virgen es el cante. Y este año, será una ocasión especial para el coro de la hermandad del Rocío de Bormujos, que tendrá el privilegio de cantar en la Misa Pontifical de Pentecostés que se celebra en el Real del Rocío el próximo domingo por la mañana.

Ponían rumbo a la aldea en el día de ayer con más nervios que otros años. Se notaba en los últimos ensayos. En la parroquia de la Encarnación, sita en la plaza de la Iglesia de la localidad sevillana, las voces de estos rocieros sonaban más claras que nunca a pesar del nudo en la garganta. Contaban que pasaba lento el calendario por las ganas de que llegará el día, que ya se acerca. El coro de Bormujos ya fue el encargado de cantar en la Misa Pontifical en el año 2011.

Ahora, siete años después, tienen de nuevo la oportunidad. Algunos de sus componentes ya no están, otros han llegado nuevos. También hay miembros que no pudieron cantar en aquel año, y ahora van a cumplir su sueño. «Yo tenía el presentimiento de que pronto volveríamos a hacerlo, y mira, lo hemos conseguido». Francisco, uno de los componentes del coro que no estuvieron en 2011, deseaba con fuerza volver a tener la oportunidad.

Los temas que van a interpretar irán dedicados a los compañeros que faltan. Sus letras están cargadas de recuerdos, de experiencias compartidas y de todo el amor que profesan a la Virgen del Rocío. Están compuestas por miembros del coro, de una manera personal, tan capaz de transmitir, que son capaces de hacer sentir lo mismo a cada uno de los romeros, indistintamente de su procedencia.

Caminan ya por los senderos estos músicos que cuentan las horas para mostrar a la aldea -que estos días es el mundo-, lo que llevan guardándose todo este tiempo. Eso sí, tendrán que tirar de voluntad para descansar la voz durante todo el trayecto. Se oía decir uno a otro en este grupo de romeros, «yo este año no me llevo la guitarra al camino, que como me la lleve no voy a parar de cantarle al Simpecado Divino». ~