Botellona en Sevilla o los jóvenes sin miedo

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01 sep 2021 / 10:06 h - Actualizado: 01 sep 2021 / 10:14 h.
"Opinión","Botellón","Pandemia"
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Nos hemos abandonado y hemos abandonado a los demás. Hemos mirado de perfil problemas que hubieran sido de fácil solución y los hemos convertido en causa de conflicto permanente. Asistimos a nuestra decadencia sin inmutarnos.

Las botellonas siempre fueron molestas aunque solo afectasen a los vecinos a los que les tocaba esa especie de lotería tan soez. Eran pocos los afectados y nuestros hijos, al fin y al cabo, son buenos chavales y necesitan divertirse. Tampoco era para tanto ¿verdad? Mientras no me toque a mí...

Y, ahora, resulta que nuestros queridos hijos son capaces de resistirse a no hacer botellonas y a no desalojar las plazas que dejan hechas unos zorros antes de irse. Se lían a botellazos con los policías que envían a solventar la papeleta. Pocos policías con pocos medios. Y si la masa percibe que los policías son pocos se envalentona y se viene arriba.

Las molestias son muchas, cada día son más las quejas y en Sevilla el Ayuntamiento tiene marcados en el mapa hasta 50 puntos conflictivos en los que los chavales la lían cada noche. Los vecinos pueden protestar todo lo que quieran porque les va a dar lo mismo si alguien no pone una solución sobre la mesa.

El consumo de alcohol se normalizó hace muchos años y beber (que es un problema monumental) no se percibe como algo terrible. Enfrentarse a la policía o a la Guardia Civil se está normalizando porque ya no lo hacen solo los malos. Ahora lo hacen nuestros queridos universitarios, nuestros maravillosos hijos. Y eso no puede acabar bien de ninguna de las maneras.

Sevilla se ha convertido en un micro infierno en, al menos, 50 puntos de la ciudad. Seguimos mirando de perfil. La policía se siente desbordada e incapaz de acabar con el problema. Seguimos asistiendo a espectáculos ridículos que no tendrían que producirse en plena pandemia. Los contagios en la franja de edad de 12 a 29 años sigue siendo un disparate. Y nosotros de perfil. Pues nada...