El bisonte americano estuvo muy cerca de ser eliminado de la faz de la tierra. Este ungulado, el mamífero de mayor tamaño del nuevo mundo, reinaba sobre las extensas praderas y llegó a alcanzar una población aproximada de cincuenta millones en los territorios de Alaska, Canadá, EEUU y México.
Hoy son escasas las manadas que pastan en completa libertad. La inmensa mayoría de bisontes se crían en ganaderías extensivas ya que su carne, baja en grasas saturadas, es muy apreciada.
Y fue estrictamente el uso ganadero de este animal lo que le salvó de una extinción que parecía inevitable a finales del siglo XIX.
Los nativos americanos habían cazado bisontes desde tiempos inmemoriales. La técnica que utilizaban era la siguiente: rodeaban a las manadas y las iban dirigiendo poco a poco hasta barrancos o despeñaderos. Una vez tenían a los animales cerca del precipicio, con gritos y fuego provocaban la estampida del rebaño que se despeñaba por el desnivel natural. Una vez caían, si no morían del golpe, quedaban mal heridos y eran presa fácil para los cazadores que con utensilios los terminaban de matar. (Procuraban no eliminar la despensa).
El bisonte era, el centro del modo de vida de las civilizaciones primitivas.
Si el búfalo desaparecía, ellos también dejarán de existir. Como así fue.
Con las armas de fuego, cazar bisontes se convirtió así en una tarea más fácil, al alcance de muchos.
Conforme el tren iba extendiéndose hacia el Oeste, los trabajadores de las líneas férreas necesitaban alimentarse con caza ya que el emplazamiento de las obras, obligaba a los obreros a consumir aquello que se encontraba en el terreno. Lo que resultó más práctico fue contratar a cazadores que les suministrasen carne fresca. Ese fue lo que ocupó y dio nombre al héroe americano Búfalo Bill.
Con la entrada en servicio de los trenes se hacían viajes en los que los pasajeros podían tirar plácidamente a estos preciosos animales desde de sus asientos.
Con el rifle Springfield, se podía disparar a seiscientos metros.
Tom Nixon, (otro famoso cazador) se cobró nada menos que ciento veinte animales en cuarenta minutos. Incluso superó su propia marca al matar tres mil doscientos ejemplares en treinta y cinco días.
No tardó en verse las vastas planicies llenas de osamentas al sol. Esas osamentas eran utilizadas como abono.
El animal desapareció de amplísimas áreas del centro y oeste de América.
Por este motivo, se dice que Búfalo Bill, llegó a abatir en una sola temporada de caza a más de 4860 bisontes, quedando para la historia registros como el de cazar en un solo día 69 piezas.
Enrique Ponce, tras treinta años de matador, son los toros aproximados que ha matado y no sin arriesgar su vida al cruzarse.
Hay quienes mantienen que en determinado momento Búfalo Bill fue el personaje más famoso de Estados Unidos, frente a políticos, escritores, poetas y otras expresiones artísticas. De los cerca de 50 actores que lo han representado en películas, se mencionan a Roy Rogers , Charlton Heston, Paul Newman, George Reeves, Keith Carradine, Peter Coyote, entre otros, más los que han aparecido en series de TV.
En 1872 se le concedió la Medalla del Congreso de Estados Unidos de honor por su valor.
En el año 1800 había cerca de 60 millones de bisontes americanos, y en 1890 ya solo quedaban 750. Para el año 1900 la cifra descendió hasta 300 ejemplares en todos los Estados Unidos.
A la llegada de los españoles a América, era tal la cantidad de bisontes o cíbolos que los conquistadores encontraron en las grandes praderas norteamericanas, que llamaron a la extensa región limitada por las Montañas Rocosas al oeste y los montes Apalaches al este «Llanos de Cíbola», y fue a esa región a la que se dirigió Francisco Vázquez de Coronado en busca de las míticas Siete Ciudades de Cíbola. El bisonte americano es el mamífero emblema del estado estadounidense de Wyoming.
Los toros son ecología, ganadería extensiva. Cada toro dispone como mínimo de una hectárea para su crianza. Todo lo contrario que una macro granja.
Las dehesas son reservas ecológicas.
Con una flora y fauna inigualable e irremplazable.
Si se suprimen los toros de lidia, se elimina, una riqueza genética sin comparación.
Sólo un 5% aproximadamente de la ganadería brava muere en el ruedo.
La crianza del toro de lidia, se realiza, respetando su medio natural.
Después de la Religión la tauromaquia es el tema que más creaciones artísticas ha generado.
El toro bravo pertenece a nuestra cadena alimenticia y ecosistema.
En ecología, una cadena alimentaria es una serie de organismos que se comen entre ellos de forma que la energía y los nutrientes fluyan de uno al otro. Por ejemplo, si comes una hamburguesa eres parte de una cadena alimentaria que se ve así: pasto... vaca... humano. (Que cría pasto para la vaca).
Menos mal que no les ha dado por meterse... (.todavía) con la pesca.