Desvariando

Buscar el mundo que nos vaya

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
30 abr 2022 / 10:11 h - Actualizado: 30 abr 2022 / 11:34 h.
"Desvariando"
  • Buscar el mundo que nos vaya

Alguna vez he escrito sobre cómo de niño, en Palomares del Río, tuve que construirme una vida paralela, un mundo a la medida, porque no me gustaba la realidad de aquel momento. Y sigo igual, medio siglo después. De hecho, hace tres años tomé la decisión de escapar de Mairena del Alcor, aunque fui inmensamente feliz en ese pueblo, digamos en general. Pero dejé de serlo y busqué el refugio de los pinos de la Puebla del Río, donde la luz, cuando es intensa, le devolvería la vista a un ciego y las ganas de vivir a un corazón herido.

Al Pinar de Arrayanes

me tuve que ir.

Para vivir como los animales

por causa de ti.

Lo ideal sería buscar un lugar así pero sin internet, televisor o radio. No es tan interesante el mundo actual como para tener esa conexión con él y sus habitantes a diario. En Palomares, al menos, elegía los olivos a los que subirme y el caño de agua donde beber. Ahora hay siempre quien intenta que seas como él, por ejemplo, en las redes sociales. Tienes que ser de izquierdas y muy feminista. No un mero defensor de los derechos de la mujer, en general, que siempre hemos estado más o menos ahí. Feminista integral o atente a las consecuencias.

Lo ideal es que busques un mundo feliz tipo como el de la vicepresidenta económica del Gobierno, la señora Calviño, que tiene que dormir de escándalo, porque lleva siempre posado en la cara el festivo pájaro de la felicidad. En España no hay paro y el empleo, además, “es de calidad”, según la vicepresidenta. Poco importa que usted piense otra cosa, aunque sea un reputado economista.

Pedro Sánchez es entrevistado por la feliz Susanna Griso y el presidente feliz, suelta esta perla: “Isabel Ayuso no fue la lista más votada en las pasadas elecciones de la Comunidad de Madrid”. Y Susanna se quedó tan pancha. Por eso son felices estos periodistas, porque no se complican la vida. Que el presidente miente más que habla, en su programa, que mienta. Que sea feliz mintiendo. La que no puede mentir es la presidenta de la Comunidad de Madrid. O el alcalde Almeida, porque Maestre, Angélica Rubio y Yélamo te pueden brear desde La Sexta.

Es difícil ser feliz con esta realidad, ni siquiera en un pinar alejado del pueblo, si lees periódicos, escuchas la radio o ves la televisión. El actor Juan Diego, cuya muerte me ha partido el alma, solía decir que para ser feliz, a veces, había que escuchar cantar solo a Enrique Morente. Cuántos buenos ratos con el actor de Bormujos y el maestro de Granada. Los dos buscaron el mundo que les iba. Y ya han vuelto a sus travesuras.