- Naranjo.
El suicidio, es la primera causa de muerte no natural en nuestro país. Es el doble, que por accidentes de tráfico.
Algo debe estar fallando en nuestro mundo, para que los fármacos más recetados sean los antidepresivos y los ansiolíticos ¿no? Quizás hemos evolucionado mucho tecnológicamente, pero no somos más felices. Nos hemos olvidado de lo que realmente es importante: Nuestra salud mental y física.
En definitiva, nos hemos olvidado de encontrar el verdadero sentido de la vida. Una vida sin significado no es vida.
Vivimos en una sociedad tremendamente exigente, competitiva y estresada.
Nuestra infelicidad se debe a nuestro “Ego” (sistema de pensamientos y creencias que llamamos “yo”). Aprendemos desde pequeños que, cuantas más cosas acumulemos, más importantes somos. Nos dicen, que tenemos que esforzarnos y sacrificarnos cada vez más y más. Mas tarde, cuando consigues lo que te propusiste conseguir, la satisfacción dura poco, porque tienes miedo a perderlo; bien sea una relación, propiedades, dinero, reconocimiento .... Nuestro Ego nos dice, “soy lo que tengo, lo que hago y lo que otros piensen de mi”, y si por desgracia eso que tengo, lo pierdo o decepciono a los demás, entonces dejo de ser y no valgo nada.
El mantra de nuestro sistema de pensamientos o Ego es, “quiero más”. Es como si nos gritara de los más profundo: “Serás feliz cuando consigas algo más. Algo más caro, algo que te dará más prestigio y más poder”.
Quizás haya otra manera de vivir y ser felices, y es mirando hacia nuestro interior.
Quizás agradeciendo por lo que tenemos, en vez de obsesionarnos por lo que nos falta. Dejando de poner nuestro equilibrio mental, en el mundo exterior. Comprendiendo que la vida fluye a su propio ritmo, y que oponerse a ella es sufrir. Más bien se trata de aceptarnos tal como somos y aceptar la vida tal como es. Cuando nos alineamos con el ritmo de la vida, ella nos va transformando para entrar en un nivel superior. Quizás esta otra manera de vivir consista en conectar con nuestro verdadero poder, que reside en nuestra Paz interior. Desde esa Paz, trabajar, estudiar y hacer lo que en el día toque hacer.
Perseguir nuestros sueños, pero sin desconectarnos de nuestro corazón y sin olvidarnos de vivir el día a día.
Os dejo con un comentario del Dalay Lama:
“No entiendo al hombre; pierde su salud para ganar dinero, después pierde el dinero para recuperar su salud, y por pensar ansiosamente en el futuro, no disfruta el presente.
Por lo que no vive ni el presente ni el futuro. Y vive como si no tuviese que morir nunca.... Y muere como si nunca hubiera vivido”