La Tostá

Centros de ¿protección de menores?

Image
Manuel Bohórquez @BohorquezCas
29 jun 2020 / 07:37 h - Actualizado: 29 jun 2020 / 07:45 h.
"La Tostá"
  • Centros de ¿protección de menores?

TAGS:

Lo mismo que no deberían de existir residencias de ancianos, tampoco los centros de protección de menores. Tanto unas como otros existen porque los seres humanos no somos tan humanos como parecemos. No somos perfectos. Estos días he leído bastante sobre los centros de menores andaluces, por tener un caso de un niño de acogida entre mi círculo de amistades, que lleva siete años fuera de su hogar, alejado de sus padres y hermanos, por malos tratos. Recibió una paliza siendo muy niño, sin tener aún uso de razón, que le llevó a la UCI.

La Junta de Andalucía se ocupó de él y desde hace siete u ocho años lleva en sistema de acogida llegando a ser devuelto por algunas familias por no resultarles fácil tratarlo. Los últimos siete años los ha pasado con una familia que le ha dado cariño, un techo, mimos y educación. Pero por circunstancias que no vienen al caso contar, el chiquillo, con un 50% de minusvalía síquica, tiene que dejar esa casa e ingresar en un centro de menores de la Junta de Andalucía que no tiene, digamos, buena prensa.

Según leí hace dos años en el diario Córdoba, en este centro había solo dos niños de corta edad. Los demás eran menas de hasta 18 años, digamos con escaso control. Si nadie lo remedia este chiquillo al que me refiero ingresará este martes en ese centro y, si tenemos en cuenta su minusvalía síquica y el hecho de que los últimos siete años los ha pasado en un verdadero hogar, puede ser como si lo llevaran al mismísimo infierno. ¿Qué futuro le espera al niño?

Hay un matrimonio que se ha ocupado de él en estos años, en Semana Santa y el verano, que está intentando que al menos estos meses del estío esté con ellos a la espera de que pueda entrar en un centro para niños más apropiado que el que le han buscado. Pero todos son trabas, problemas, papeleo. España es un país con tanta burocracia que dan ganas de correr.

A veces me pregunto si los ciudadanos son conscientes de lo que pasan los niños o adolescentes en estos centros. Se los quitan a unos padres conflictivos, por malos tratos o escasez de medios para criarlos, y están condenados, aunque no sea en todos los casos –faltaría más–, al infierno. Un niño de 11 años no puede ir a un centro donde no hay chiquillos de su misma edad y la garantía de que no le va a pasar nada. Ya es duro que al cumplir los 18 años se tenga que buscar la vida regresando con su verdadera familia o echándose al monte, como para que siendo un niño tenga que pasar posiblemente un verdadero calvario, como el que lleva pasado este chiquillo, aunque en los últimos años haya estado en un verdadero hogar.

La sociedad tiene que reaccionar ante estos casos e interesarse más por los centros de menores, por cómo son y cómo es la vida de los menores en esos lugares. Los sindicatos se han quejado a veces de la falta de personal para atender estos centros y las necesidades de los niños. CCOO reclamaba hace dos años que se estableciera con urgencia un protocolo sanitario y un servicio de vigilancia. ¿Qué ha pasado con eso? Miedo da investigar sobre este asunto porque tienes que estar hecho de otra pasta, de las cosas que escuchas o lees. Espero que este chiquillo, que el martes, si nadie lo remedia, entrará en un centro de menores poco apropiado, no nos reproche algún día que miramos hacia otro lado.