Opinión

Manuel Bellido

Ciudadanos sostenibles

Ciudadanos sostenibles

Ciudadanos sostenibles / Manuel Bellido

Trascurro estos días entre Italia y Suiza por compromisos contraídos en la participación en Congresos sobre tecnologías exponenciales en algunos casos y, en otros, de profundización en temas ecológicos y medioambientales. En los encuentros respetuosos y atentos que he mantenido con personas muy preparadas en ambos campos, he constatado, con cierta decepción una vez más, que en el campo de la ecología no existe, hoy por hoy, el ambientalista perfecto. Tengo también que reconocer que en tantos años que llevo dedicado al estudio del funcionamiento del planeta a través de estudios científicos y a la divulgación de temas relacionados con el respeto y cuidado de la biodiversidad, no he encontrado ningún manual ni tratado que ilustre con seriedad las actitudes, compromisos y obligaciones que distinguirían al merecedor del título de “ecologista perfecto”. El ecologismo, no lo olvidemos, también llamado ambientalismo, es un movimiento que realiza crítica social que busca el compromiso de la sociedad, de los gobiernos, partidos políticos y empresas para alcanzar la salud del ser humano en equilibrio con los ecosistemas de la naturaleza y el medio ambiente.

No todos estamos llamados a ser activistas del ambiente, pero sí, estamos convocados por los seres vivos del planeta a ser personas sostenibles. La sostenibilidad es un recorrido, un camino lleno de obstáculos con metas muy concretas, como por ejemplo la que nos obliga a mantener el termómetro global de la Tierra bajo los 1,5 grados, sin que la temperatura se dispare por encima de los 2 grados. El objetivo es asegurarnos una vida digna de ser vivida, sobre un planeta limpio, donde los sapiens puedan prosperar en condiciones de igualdad, teniendo en cuenta la satisfacción de las necesidades de la generación presente sin comprometer la posibilidad de que las generaciones futuras vean realizar las suyas. No tenemos, por tanto, necesidad de ecologistas perfectos, sino de colectividad, unanimidad y conciencia común, de multitud de ciudadanos imperfectos pero dispuestos a poner un granito de arena para construir una sociedad responsable y sostenible. Si mirásemos la Tierra desde el espacio comprenderíamos que es el hogar común de la familia humana. No existe ningún lugar sobre la Tierra donde esconderse del cambio Climático. Cada pequeña acción o gesto que realicemos puede contribuir salvar el planeta, la alternativa de no hacer nada nos llevaría a la extinción. ¿Os parece que esa sea una buena alternativa?

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