Comentario Bíblico 5 de abril de 2020

05 abr 2020 / 04:00 h - Actualizado: 05 abr 2020 / 04:00 h.
"Comentario bíblico"

La Pasión tiene su origen último en el anonadamiento de Cristo. Lo que el Apóstol afirma no es que Jesús dejara de ser Dios momentáneamente, sino que renunció, en su ministerio terreno, a la condición gloriosa en la que se encontraba en su preexistencia junto al Padre. Renuncia, por tanto, a manifestar de modo habitual en su humanidad la gloria que le corresponde en virtud de su divinidad. Esto lo hace entrar en su estado kenótico, el del siervo sufriente profetizado por Isaías, que se caracteriza por: vocación para la Palabra, sufrimiento inherente a la misión, y confianza en Dios. A este respecto, en Sal 22,1 se muestra como el sentimiento humano de desolación y abandono ante el umbral de la muerte, queda mitigado por la profesión de fe que supone la exclamación repetida: “Dios mío”, que abre a la esperanza y a la certeza del triunfo futuro. De hecho, el himno de Filipenses enseña que Jesús solo retornará a su exaltación a la diestra del Padre, a través del itinerario de la Pasión, que conducirá a que todos puedan confesarlo como el Cristo glorioso.

Orar con la Palabra

El abajamiento hasta la muerte que exalta a la gloria.

Superar desde la fe la sensación de abandono.

Confesar el nombre de Jesús, que con su Pasión nos abre el acceso a la gloria.