Los medios y los días

Comunicación y crisis desde lo complejo

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14 nov 2022 / 04:00 h - Actualizado: 14 nov 2022 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Comunicación y crisis desde lo complejo

Hay una receta elemental para enfrentarse a la actual crisis socioeconómica: estudiar a fondo sus causas, estudiarse cada cual a sí mismo y luego actuar. Esta es la idea central que proyecté en una conferencia titulada La Información en tiempos de crisis que tuve la satisfacción de pronunciar en el Colegio Mayor Alborán, gracias a la amabilidad de sus impulsoras que me invitaron a tal evento. Fue una charla académica y por eso solicito al lector un poco de paciencia si expongo muy brevemente mis argumentos con un tono algo abstruso.

El primer aspecto que nos demanda la situación -las causas de la crisis- exige una inmersión en la evolución histórica, fundamentándose por ejemplo en la dialéctica de la filosofía de la Historia de Hegel y en el estudio de los factores económicos y mentales del humano. El segundo precisa una introspección personal en el contexto de la Historia. El tercero -actuar- requiere de una organización de quienes se sientan afectados por la crisis bajo una sola idea esencial y bajo una sola bandera. Los tres factores son muy complicados de emprender y desarrollar en estos momentos dada la naturaleza yoísta y centrífuga del humano, por tanto, en cierta forma, creo que mi planteamiento es un simple imaginario, ahora. Pero lo dejo encima de la mesa. Su evolución depende de estudios que nos llevarían a la genética y a la neurociencia.

El poder mediático actual posee una vertiente intencional mensajística que crea o potencia comportamientos sociales acordes con los intereses que están detrás de ese poder: intereses de mercado y mercadeo. Sería muy largo de exponer aquí este tema, lo he hecho, pero en numerosos libros y artículos científicos, incluso de divulgación. Y he llegado a tres conclusiones esenciales. Primera: la información lanza una enorme cantidad de mensajes superficiales que nos “obligan” a descuidar nuestra formación intelectual y espiritual el pro de otra excesivamente material y consumista que, a pesar de sus posibles buenas intenciones, no es suficiente para que el humano se sienta realizado en todo el potencial que contiene. Segunda: el Mercado, dueño de la Información, debería llevar a cabo una intensa y sincera autocrítica de su actividad ya que, a pesar de sus indudables ventajas, no ha logrado aún una armonía interior ni exterior en los seres humanos. Tercera: el orden de la sociedad actual es el “caos”.

Esta última conclusión la baso en que, según la segunda ley de la termodinámica, la cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse con el tiempo. Yo aplico esta ley o principio a la evolución de la especie humana como resultado que es de una macroevolución universal o pluriversal. La democracia racional de mercado sería, por tanto, la forma más adecuada de comportamiento de la naturaleza humana, lo cual incluye evoluciones e involuciones que en la práctica se traducen en votaciones hacia posturas abiertas o cerradas concretadas en los partidos políticos de unos u otros signos.

Estas bases son las que, en mi opinión, hay que tener en cuenta para intentar comenzar a superar una crisis que, ahora sí, está colocando a la especie humana, en su ciclo existencial actual, en el inicio de su desaparición como tal para dar paso a otro ciclo evolutivo a través de quienes sobrevivan y sus descendientes.