Sí, sí, ya lo sé, nada de indultos a los catalanes a los que llaman golpistas (no recuerdo que la justicia los haya juzgado por golpistas, ¿son comparables a Tejero?). Nada de amnistía, nada de fiarse de cartas de Junqueras, ni agua a esa “gentuza” como la llaman algunos comentaristas. Ya lo sé todo, lo oigo, lo veo y lo leo en los medios, todas las acusaciones y argumentos los llevo siguiendo desde Rajoy con el 155 y antes. Pero, ¿dónde están las alternativas? ¿Cómo arreglarían ellos, los de la Plaza de Colón, el problema principal de España que se lama Cataluña? ¿Qué barcos cargados de soluciones los han conducido a tan marinero lugar?
Vamos a ver, si yo, que soy un abstencionista desde hace la tira de tiempo, o pongamos también a un votante del PSOE o hasta uno de Podemos, estamos hartos de relativismos, idioteces, vacilaciones, miedos a enfrentarse con la sociedad global que anuncia el siglo XXI y que ya está aquí, pensamientos débiles que no colocan la semilla de un país fuerte con habitantes fuertes, si estamos hartos, se sea de derechas, de izquierdas o abstencionistas, de que se destierre el esfuerzo y de que se tire a la basura a los jóvenes mientras que no se sabe exactamente qué hacer con los mayores y con los ancianos, si nos negamos a que con eso de la violencia machista y con el sonsonete del patriarcado nos metan a todos los hombres en el mismo saco, si entonces decidimos votar o apoyar a las derechas, ¿qué es lo que nos ofrecen a cambio de un gobierno de pardillos empoderados, salvo alguna excepción, por la ortodoxia de la ignorancia?
La concentración de hoy en Colón es contra los indultos. Sin embargo, los que van a ser indultados y luego ellos o sus colegas que se van a sentar en esa mesa de diálogo representan electoralmente a más del 50 por ciento de las personas que acudieron a las urnas en las últimas elecciones autonómicas. En las anteriores venció Ciudadanos y en las últimas el PSOE, ¿cómo aprovecharon aquellas victorias?, ¿cómo las están aprovechando? Hicieran lo que hicieran los hechos me dicen que son los independentistas los que subieron al poder en Cataluña y ahora hasta sostienen el poder en Madrid para toda España, con el apoyo de los vascos independentistas también. Todo un problemón contra el que se pueden largar sapos y culebras por la boca pero que es legal, democrático, aunque amenace la paz de España y en primer lugar a la constitución.
¿Me pueden decir los señores y señoras de Colón cuál es la salida? ¿Dónde está ese gobierno paralelo que anuncie algo nuevo no sólo en este tema sino en otros que angustian a los españoles? Acusan al gobierno actual de chavista y no sé de cuántos adjetivos populistas más. Si es así, si son chavistas los de la coalición PSOE-Podemos y tanto España como la UE han reconocido a Guaidó y han rechazado a Maduro, ¿dónde está el Guaidó español y su gobierno en la sombra con sus alternativas? ¿Creen que yo me voy a mover de mi casa y voy a suprimir mi abstencionismo para votarlos porque den unos gritos, muevan banderas españolas, al tiempo que los presentes en la plaza se meten un chute de lo que los cursis llaman energía positiva? ¿Creen que yo voy a votar por emociones, por causas basadas en lo que hoy llaman posverdad, algo más viejo que la rueda? Cuando debo hacer algo crucial, importante, las emociones las tiro por la ventana en la medida de lo posible. ¿Esperan que yo me crea que porque se fotografíen juntos Casado y Abascal soy un imbécil que no sé diferenciar entre uno y otro? ¿Toman por imbéciles a los españoles negándose a fotografiarse para luego tener que pactar o gobernar unos con otros ya que por el momento las mayorías absolutas se han terminado? Pues sí, nos toman por idiotas, en efecto. Vox brotó de la casa común PP y ahora el padre se niega a fotografiarse con el hijo, lo ha desheredado, pero no lo ha desheredado. ¡Lo que hay que aguantar porque aquí nadie habla claro!
Como creo que el problema de España más grave es el catalán y el que ahora ocupa el puesto de presidente del gobierno me ha pedido confianza con sus diálogos, y además me ha dicho que él se va a mover sobre bases constitucionales, visto que los otros supongo que están pensando en el palo y tente tieso y en la Castilla imperial y sus dominios, quiero darle mi confianza, contra mi voluntad, a quien es mi presidente, me convierto desde ahora en un observador más intenso aún de la polis como es mi obligación, quiero tener la última prueba, el último hecho -que no “profecías” como me ofrecen los contertulios de derechas- que remate mi total repulsa por el gobierno actual, el dato que me falta para no mover ni un dedo por él pase lo que pase para defender la unidad de España, sea en la modalidad que sea y que voten los españoles, no los catalanes únicamente.
Y, por último, ojo con los triunfalismos, que Sánchez está muy vivo y es corredor de fondo, lo demostró cuando lo querían largar de la dirección de su partido, les ganó a sus enemigos y al Grupo Prisa, que ya es decir; falta tiempo para las elecciones y la derecha no tiene esto ganado ni con quince plazas de Colón. La gente se olvida pronto de indultos y amnistías si el dinero suena en sus bolsillos y Sánchez echa tres lagrimitas a favor de la democracia amenazada porque se vota con la cartera y con el corazón, sobre todo. La guerra cultural e ideológica, ésa es la que la derecha está perdiendo y no acaba de dedicarse a reaccionar a fondo.