Consideraciones médicas en torno a la pandemia

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25 oct 2020 / 08:42 h - Actualizado: 25 oct 2020 / 08:45 h.
  • Consideraciones médicas en torno a la pandemia

Estamos en plena estación otoñal, caracterizada por el color amarillento amarillento y posterior caída de las hojas de los árboles, fenómeno asociado a la melancolía de algunas personas que ya echan de menos los sabores y delicias del verano, y al trastorno afectivo estacional propio de los pacientes depresivos. Pero este otoño difiere netamente de los de muchos años anteriores. La pandemia, o la sindemia, como apuntan determinados epidemiólogos, ha dejado huellas indelebles en un sinfín de familias y sigue haciendo verdaderos estragos a nivel individual, social, cultural y económico. La muerte por doquier de afectados del coronavirus contrasta con la postura de los negacionistas que siguen enarbolando pancartas y organizando manifestaciones de repulsa en contra de las medidas de prevención y de control de la propagación del Covid-19, tomadas por la casi totalidad de los países del planeta. Las bravuconadas y excentricidades del peligroso bufón de la Casa Blanca, obsesionado por salir reelecto en los próximos comicios, hasta el extremo de forzar su alta y a la vez para satisfacer su egolatría, alimentan las actitudes de los incrédulos que rehúsan reconocer la letalidad de esta plaga y los animan a desdeñar las recomendaciones formuladas por los especialistas en virología. Y lo que es curioso es que Trump goza de la simpatía de un amplio sector de su país, y de su homólogo brasileño Bolsonaro, quién comparte su ideario político y, por su estilo, parece querer emularlo.

Han transcurrido ya más de tres meses desde la suspensión del estado de alarma, pero se asiste con perplejidad y preocupación al desarrollo asimétrico del Covid en muchas provincias españolas. Por otro lado, es vergonzoso observar cómo los dos principales partidos se enzarzan en un rifirrafe continuo, ofreciendo un espectáculo miserable, donde lo ideológico se ha colado, prostituyendo el debate e infectando aún más la atmósfera. Evocar los fallecidos para sensibilizar a la población, adueñarse de su dolor y apoderarse de su angustia y desesperación, da la sensación de que lo que se pretende es alcanzar el poder, en vez de arrimar el hombro y contribuir de manera responsable a atajar esta problemática que concierne a toda la sociedad. “La crítica es fácil y el arte es difícil”, dijo un poeta francés. Mientras tanto, inmerso en la segunda ola de la pandemia, el pueblo se desenvuelve ante el peligro, y el miedo, algo mitigado por el tiempo, de no contagiarse del Covid. La nueva normalidad está por llegar.

Es conocido de todos, los síntomas nucleares del Covid-19 como la tos, la fiebre y la disnea y sus repercusiones a nivel cardíaco, cerebral, olfativo y del gusto. Pero al lado, hay distintas patologías psiquiátricas derivadas de esta pandemia, como la ansiedad, los trastornos adaptativos, obsesivos y depresivos, el insomnio, el trastorno de estrés postraumático, el alcoholismo, los intentos de suicidio y los cuadros psicóticos que en general van asociados a estas situaciones estresantes que desequilibran a algunos. Hoy en día, se habla mucho del síndrome de la cabaña, basado en la aparición de una sintomatología parecida a la depresión y que afecta a personas que han estado sometidas a períodos de aislamiento o confinamiento. El abordaje de dichas patologías será acompañado, si el caso lo requiere, de un tratamiento farmacológico, asociado a una exhaustiva terapia psicológica para facilitar la cicatrización de las heridas emocionales. “Mens sana in corpore sano” reza la citación latina, un espíritu sano en un cuerpo sano, la ecuación perfecta.

Por último, señalar que los duelos no elaborados, el desgarro y empobrecimiento de muchos, la incertidumbre e inseguridad laboral, la merma de la economía estatal, causados por la pandemia, son serios factores adversos a los que habrá que enfrentarse y solventar y que nos invitan a confiar y tener esperanza en los trabajos de investigación y ensayos que se están realizando para dar caducidad a este mal.