Creatividad y educación

Image
29 dic 2019 / 09:41 h - Actualizado: 29 dic 2019 / 09:45 h.
"Tecnología","Podemos","Cómic","Música","Pintura","Escultura","Literatura","Historia","Matemáticas","Física","Espacio","Historia","Entrevista","Política","Idiomas","Caza","Juego","Diseño","Medios de comunicación"
  • Creatividad y educación

Hace unos días, una persona a la que quiero, me regaló un libro. Me llegó por correo, para mí un símbolo muy especial. El título del libro es Escuelas Creativas de Ken Robison con la colaboración de Lou Aronica.

Lo comencé a leer con rapidez, el título así me lo exigía. Le dije a quien me lo remitió que le llamaría por teléfono para contarle mis impresiones. Pues bien, he querido hacerlo por este medio porque al igual que el medio utilizado para enviármelo, escribir sobre lo que está suponiendo el contenido de este libro me parece el regalo más maravilloso que puedo hacer a quien tuvo la brillante idea de hacérmelo llegar. La manera de cómo me enteré de la existencia del mismo fue también excepcional, ella en Nueva York y yo en Madrid. Fue por medio de una conversación telefónica en donde me dijo que estaba en un parque recreándose con la lectura del mismo.

Lo primero que nos plantea el autor es volver a lo básico. La educación no es un tema del que los gobiernos quieran pasar, al contrario, es un punto esencial en la política, y su objetivo es controlar al máximo este espacio. Si miramos a nuestro alrededor, sin salir del ámbito de nuestro país, podemos observar la cantidad de páginas que ocupa la educación en los medios de comunicación, así como espacios radiofónicos y televisivos; y no digamos en los debates de los políticos.

El libro plantea cuatro razones por las cuales los políticos quieren tener un control exhaustivo de la educación. La primera es la perspectiva económica, la segunda es la dimensión cultural, el tercer espacio es social y el cuarto aspecto es personal.

El autor de este libro advierte de lo siguiente "en la actualidad, gobiernos de todo el mundo están acotando la educación pública, decidiendo qué deben enseñar las escuelas e imponiendo sistemas de exámenes para poder exigir".

Ante esta constatación el objetivo de la educación tiene que ser mejorar los niveles académicos porque empeorarlos, dice el autor, sería absurdo. A partir de aquí se plantea las siguientes preguntas "pero ¿qué niveles son esos? ¿Por qué elegimos unos y no otros y cómo los aplicamos? Lo que se oye con frecuencia en las respuestas es que hay que volver a lo básico".

Lo básico es fomentar un sistema de aprendizaje que potencie la creatividad, para esto es imprescindible establecer un modelo educativo que sea, ante todo, flexible. Ambas dimensiones no pueden estar nunca reñidas con el rigor que todo aprendizaje tiene que tener. Se entiende que el rigor es responsabilidad, implicación, coherencia y compromiso. Todo esto conlleva facilitar el aprendizaje.

Recientemente tuve la ocasión de conocer un proyecto educativo que cumple con los aspectos señalados en el párrafo anterior. Éste se encuentra en El Salvador y está siendo desarrollado por la Fundación Padre Arrupe. Se trata de un espacio en donde el rigor y la creatividad están perfectamente interaccionados y, a través de una sincronización coherente, de esta manera logran crear un modelo educativo, en donde cada niña y cada niño gestionan personalmente un aprendizaje basado en la innovación, acompañados por los profesores. La música, las artes escénicas, la pintura, el deporte, la tecnología, la literatura, la historia, la geografía, las matemáticas, la física, la química y los idiomas tienen la misma importancia en el sistema curricular. Lo importante es que cada alumno y cada alumna puedan crecer como personas con un conocimiento aprendido de manera personalizada y en equipo.

Los niños y las niñas tienen que ser ayudados a potenciar la creatividad, porque es la base de una educación que fomente el interés por aprender. Esto supone que el profesor o la profesora tienen que amar la creatividad.

El autor lo explica de la siguiente manera "en ocasiones se da por sentado que la función principal de un profesor es la instrucción directa. Sin duda, ésta ocupa un lugar fundamental en la enseñanza. A veces, va dirigida a toda la clase; otras, a grupos más reducidos y, en ocasiones, es de carácter individual. Pero los profesores expertos tienen un amplio abanico de destrezas y de técnicas. La instrucción directa solo es una de ellas, y saber cómo y cuándo utilizar la técnica idónea es lo que distingue a los buenos profesores. Como en todas las profesiones, se requieren conocimientos especializados y criterio para saber qué da mejores resultados en cada momento"

Para desarrollar un proyecto educativo que ponga en práctica un modelo creativo hay que tener capacidad para soñar y empeñarse en diseñar una estrategia que conduzca a un cambio en la manera de fomentar el aprendizaje en las escuelas y colegios.

Ken Robinson teniendo como referencia el instituto High Tech High de San Diego, California, y recogiendo las palabras de su director nos dice "cogemos la metodología de la tecnología -que es grupal, empírica, aplicada y expedicionaria- y los contenidos académicos -lectura, escritura, aritmética, humanidades-, es decir, todo aquello que los alumnos necesitan saber, e intentamos conjugar la pedagogía de la tecnología con los contenidos académicos. Los alumnos abarcan así todo el plan de estudios de forma eficaz porque integran un disciplina en otra". Esta metodología supone implicarse en un diseño creativo y estar dispuestos a realizar una revolución; pero para que esto sea posible es necesario ejercer un liderazgo participativo.

Creatividad, educación y liderazgo son tres conceptos que pueden ayudar a facilitar un modelo educativo que haga posible la interacción con la comunidad en donde el proyecto se desarrolle. El barrio y la comunidad son dos realidades que tienen que interactuar con el modelo. Esto hace que el aprendizaje no sea estático sino que busque la creatividad, logrando poner en marcha un liderazgo compartido.

La sociedad que nos está tocando vivir nos está haciendo una llamada de atención, nos reclama más bien, a diseñar un proyecto que cumpla con todo lo reflexionado ¿quién se atreve a ponerlo en marcha?

Lo que sugeriría a quiénes tengan el coraje de arriesgarse a proponer y a desarrollar un modelo educativo basado en la creatividad a que valoren, además de lo escrito en los párrafos anteriores, lo que otro libro nos dice al respecto sobre lo que las alumnas y los alumnos son capaces de construir para ser evaluados. Se trata de lo que escribe Martin Pinos Quílez en su libro Con Corazón y Cerebro "Las producciones del alumnado constituyen un procedimiento con múltiples posibles productos finales que se constituirán en instrumentos de evaluación: escribir un cuento, e incluso ilustrarlo, un poema, una canción, un artículo, un cómic, una carta, un anuncio, un guion corto, un decálogo, su autobiografía, una biografía, una entrevista, una encuesta, una crítica literaria o cinematográfica, una solicitud; preparar y presentar un baile, una actuación artística, una obra teatral, una película, un exposición; diseñar o hacer un blog usando medios digitales, una web wiki, una webquest o caza del tesoro, una línea del tiempo, una publicación digital, una grabación en video, un avatar, un mapa mental, una obra artística; pintar un cuadro o un mural, hacer una perfomance, una escultura, una maqueta, un prototipo de juego, un juguete, u plano o maña, un experimento, una manualidad artística o tecnológica, su portafolio de aprendizaje".

Creo que con lo que aquí digo he podido responder a la persona que me regaló el libro, ya que he intentado resaltar aspectos que considero esenciales para hacer entender que el aprendizaje tiene que estar basado en la creatividad. Ella, que se dedica a la educación como profesora, debe de contemplar que su trabajo tendrá un resultado excelente si logra, en el aula, establecer un vinculo creativo.