¿Cuál es el problema?

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10 jul 2018 / 19:22 h - Actualizado: 10 jul 2018 / 19:22 h.
"Fin de pista"

Le han bastado un puñado de semanas y poco más de 80 escaños para poner a las clases medias –también las bajas– contra las cuerdas. El sombrío panorama que se le abre a los autónomos se completa con la subida de esos carburantes que deberían servir de motor a gran parte de la economía. Esa manera de gobernar, basada en el tuit, la improvisación y la ocurrencia, sólo lleva a una certeza: la bajada del nivel de vida de unos cuantos millones de españoles. Pero ya saben: el único problema que persigue a esta maltratada y vieja piel de toro es trasladar los huesos –si quedan– de cierto general bajito que lleva 43 años sepultado debajo de dos toneladas de granito que sellaron una época. Deberían encontrar sólo polvo, para mezclarlo con el humo vendido por el nuevo banco azul. Se trata de regalar sonrisas sin perder ripio de las cámaras; de entregar las llaves de las celdas de unos cuantos políticos presos a un personaje racista y sectario que sólo persigue la autodeterminación de Cataluña al precio que sea. Ese precio, el del poder, ya lo había bajado el señor Sánchez aceptando las peores compañías en este incierto viaje que aún no ha acabado. Pero no se vayan todavía, que aún hay más. En ese terreno de la felicidad que proclama su vicepresidenta no le falta el vergonzante acercamiento de una tropa de asesinos mientras el presi se pone bizcochón en las redes recordando el infame asesinato de Miguel Ángel Blanco. Es lo que tenemos pero no es lo que votamos. Ya saben: el problema es Franco...