Cualquier tiempo pasado

Image
19 feb 2018 / 23:03 h - Actualizado: 19 feb 2018 / 23:03 h.
"Cofradías","Tiempo de Cuaresma"

Y ya lo de fue mejor o peor lo ponen ustedes según el prisma con el que vean el interesante debate originado a raíz de lo de la supresión de los distintos puntos para el relevo de costaleros en la Carrera Oficial. Por si se lo perdieron, les recuerdo brevemente el asunto: en pos de la pretendida seguridad en el recorrido común de las cofradías, el Cecop, con el visto bueno del Consejo, amagó hace unas semanas con suprimir de ese trayecto todos los relevos de costaleros y evitar así que los pasillos de evacuación se vieran obstaculizados en ese instante del salir y el entrar de hombres bajo las trabajaderas, aunque, la preocupada reacción de una docena de capataces, con reuniones a tal efecto en la casa de hermandad de Madre de Dios del Rosario –que para eso es Patrona de Capataces y Costaleros– y hasta una carta corporativa –al menos de la referida docena de señores del martillo– remitida a sus respectivas juntas de gobierno, ha llevado la cuestión al término medio de permitir refrescar a los hombres del costal a la altura del Banco de España. Y lo del término medio es casi una cuestión física, pues en los 1.070 metros que aproximadamente tiene la Carrera Oficial entre el palquillo de la Campana y la plaza Virgen de los Reyes, esa confluencia de la plaza de San Francisco con la Avenida de la Constitución a la altura de donde están los dineros se encuentra a los 584 metros; más o menos, pura matemática. No obstante, alertan los capataces de que cada paso es un mundo y cada cuadrilla un universo cuya realidad y capacidad solo conocen ellos y que, así las cosas, si hasta ahora y con gente fresca debajo del paso la calle Sierpes se podía hacer en cuatro chicotás, ahora sin relevos igual hay que hacerla en ocho. O sea, que ya está puesto el barro antes de que pique el tabarro. Por otra parte, lo que no era de recibo es la falta de uniformidad que había al respecto con relevos en el lugar que ya no a cada hermandad sino a cada capataz se le antojaba: que si en el Cronómetro en el cruce con Pedro Caravaca, que si en Rioja, que si en Calvillo justo en la esquina con Jovellanos, que si en la antigua Punta del Diamante en el cruce de la Avenida con Alemanes y García de Vinuesa... Y claro, a eso tampoco hay derecho porque casi hacía falta un libro de instrucciones para saber si a la cofradía de turno le tocaba o no hacerlo.