Cuestión de raíces

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09 feb 2020 / 04:00 h - Actualizado: 09 feb 2020 / 04:00 h.
  • Cuestión de raíces

Estaba paseando con Atila, mi Pastor Alemán, me distraje viéndolo correr (te transmite una energía...) y, de repente... ¡pum! casi acabo en el suelo... Me había tropezado con algo, miré hacia abajo y descubrí que se trataba de una de las raíces del inmenso árbol que se alzaba cerca de nosotros. La raíz se encontraba oculta por la tierra y el césped pero, si te parabas a mirar, su figura se intuía. No había más vuelta de hoja: había estado a punto de caerme por pasar por encima de la raíz sin mirar. Esto me hizo reflexionar porque, en no pocas ocasiones a lo largo de nuestras vidas, ¿no hemos estado a punto de caer -o de hecho, nos hemos caído- por intentar pasar por encima de lo que somos, obviando nuestras raíces, en un vano intento de aparentar lo que no somos?

Ancla personal

Tus raíces funcionan a modo de ancla personal, te otorgan identidad, seguridad, confianza amén de ubicarte física, mental y emocionalmente. Piénsalo, cuando somos pequeños y aprendemos a hablar, ¿cuáles suelen ser las primeras palabras más comunes? nuestras referencias: mamá y papá, los referentes son importantes. Reflexiona... si te digo "Paco", probablemente no sabrás de quien estamos hablando; ahora bien, si te aclaro "Paco... De Lucía", la cosa cambia, sabrás perfectamente a quien me estoy refiriendo. Estoy convencida de que este gran artista también conocía la importancia de las raíces.

Destierro emocional

Tradicionalmente, uno de los castigos que se imponía a quien se encontraba culpable de un grave delito era el destierro. Lo hemos visto muchas veces en las pelis, cuando el castigado en cuestión decía: "¡todo menos eso!" porque el destierro era mucho más que perder tus tierras, suponía dejar atrás a tu familia, amigos, trabajo, tu hogar, la tierra que te vió nacer, en definitiva, el destierro suponía perder todas tus referencias, perder tu identidad.

Cuando, por descuido o despiste (incluso, a veces, deliberadamente) pasas por encima de tus raíces, estás a punto de pegarte un tremendo batacazo para aterrizar directamente en terreno de nadie: en el destierro emocional. Se puede evolucionar pero no negar lo que uno es. Ya lo advertía Víctor Hugo: "Cambia tu opinión pero mantén tus principios. Cambia tus hojas pero mantén tus raíces".

RAzón para ser felIZ

Ésta sería una maravillosa definición de la idea de "RAÍZ" porque tu RAÍZ es tu esencia personal, la semilla de tu autenticidad, la causa de que seas único ¡no hay dos como tú! y ¿por qué? porque cuentas con tu RAzón exclusiva para ser felIZ, es decir, cuentas con tu original RAÍZ. Tu carácter, principios, tu forma de ser y hacer se han nutrido en gran medida de quienes te han visto crecer: padres, hermanos, abuelos, vecinos, amigos... Todos testigos de cómo te ibas formando (en todos los sentidos) y te convertías en un imprescindible eslabón de la singular cadena de la humanidad.

Indiscutiblemente, yo no me comporto igual que cuando tenía 5 años, he vivido mi evolución personal pero en ese "evolucionar" siempre he procurado acompañar mi caminar de los consejos y el saber de mis referencias para mantener viva la llama de mi propia esencia, esto es algo que se debería conservar siempre, ya tengas 30 o 90 años. Para seguir en la línea de tu autenticidad y no caer víctima de engaños, recuerda bien quien eres; eso te dirá mucho sobre lo que verdaderamente quieres y hacia donde vas. Recuerda: ¡mira antes de pisar! porque respetar tus raíces es respetarte a ti mismo...