Cuaresma 2023

De Cenizas y Esperanza

Image
23 feb 2023 / 04:00 h - Actualizado: 23 feb 2023 / 04:00 h.
"Cofradías","Cuaresma 2023"
  • De Cenizas y Esperanza

La llegada del Miércoles de ceniza abre el tiempo litúrgico de la penitencia en la Iglesia, preparatorio del Triduo Sacro en que se celebra la Pasión. Cuarenta días especialmente destinados a ponerse en paz con el Señor y a revisar seriamente nuestras vidas. Nuestras cofradías han comenzado esa preparación apenas inició el año, y bullen ahora de vida con los preparativos. Empezó el Quinario del Señor del Gran Poder, al que siguió la novena del Señor de Pasión, las Penas, y ese elenco inmenso de cultos llamados pre-cuaresmales, según la historia y tradición de cada hermandad. Predicadores de prestigio, funciones principales, convivencias y comidas de Función. Precioso tesoro al que hay que seguir incorporando a las nuevas generaciones. Y con la llegada del Miércoles de ceniza continuará el ritmo, marcándose ya la cuenta atrás del tiempo más largamente esperado todo el año...

Me pregunto si somos conscientes de cuanto significa ese ritual de la ceniza en la frente, llamada al arrepentimiento para poder vivir los días grandes de la Semana Santa y de la Pascua de Resurrección como se merecen. Porque la ceniza derramada es símbolo de la fugacidad de nuestra vida terrena, pero sólo funciona si asumimos la necesidad de afianzar con nuestro Señor Jesucristo un pasaporte para la vida eterna.

Por supuesto que el Miércoles de ceniza es, en nuestra tradición, esa fecha que abre la página en blanco de la nueva Cuaresma, el umbral sagrado de un tiempo anhelado que empieza a palparse, el fundirse en la nostalgia de nuestra infancia y juventud... Siempre recordaré la ilusión por probarme mi túnica para que le sacaran el dobladillo, por recoger mi capirote en la Alcaicería o mi papeleta de sitio ante la belleza y dulzura de mi Virgen de Montserrat vestida de hebrea. Impresiones sensoriales que nos renuevan la vida y aceleran el pulso, y que aprendimos aquellas lejanas tardes cuaresmales en que sutilmente percibíamos un aire más cálido y una luz brillante, que es privilegio de nuestra ciudad en el telón de sus cielos de primavera.

Ahí está la nueva Cuaresma, presentada al pueblo de Sevilla y a cuantos quieren hacerse partícipes de esa religiosidad única por su forma y su autenticidad, como llevamos a gala los cofrades hispalenses. La grandeza de la Semana Santa sevillana no es tanto el prodigio de su Imaginería y sus artes -que lo es-, ni su casi perfecta y copiada organización. Su grandeza mayor está en la profunda verdad de lo que significan esos símbolos sagrados, en el arraigo extraordinario que cobran nuestros Titulares en nuestros corazones desde que nacemos, y en nuestras propias trayectorias vitales: en cómo cuidamos, cómo amamos, cómo nos entregamos a nuestras Sagradas Imágenes y a nuestras Cofradías... Por supuesto no es algo exclusivo de las cofradías de Sevilla, pero sí afirmo que a los pies de la Giralda se alcanza la excelencia.

Pero recordemos por favor que las cenizas de este Miércoles de apertura no son meta de nada. Como tampoco lo es la Semana Santa por muy grande que sea. Son las puertas de un largo camino. Nos ayudan a pensar en la temporalidad terrena. Que somos polvo y al polvo volveremos, pero que tenemos un alma inmortal.

Ese es el único sentido de las cenizas, el de la Cuaresma y el de la propia Semana Santa: que el Señor resucitó glorioso al tercer día, y que resucitaremos con El, porque nos trajo la Salvación y nos prometió la vida eterna.

Y todo eso explica ese gozo indisimulado de Sevilla, esa preparación exhaustiva y gozosa, y la celebración grandiosa en nuestras calles. Para el que venga de fuera y se sorprenda de la felicidad que habita en las calles de nuestra ciudad los días de la Semana Mayor, le repetiría esos versos anónimos de una saeta popular: “ Virgen bonita y gitana, que tienes nuestro cariño y eres nuestra Soberana. No llores más, que tu Hijo va a resucitar mañana...”

Con María Santísima, Vida, Dulzura y Esperanza nuestra, desde los cuatro puntos cardinales de la ciudad de la Gracia, viviremos estos cuarenta días de preparación y luego el culmen de la Pasión y Resurrección del Señor.

¡Feliz y Santa Cuaresma hermanos!