Desvariando

De profesión desestabilizador

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
25 jun 2021 / 08:01 h - Actualizado: 25 jun 2021 / 08:16 h.
"Desvariando"
  • De profesión desestabilizador

A alguien muy vinculado a Sevilla y el flamenco, que yo no existe y que no es español, le preguntaron un día en una fiesta flamenca que a qué se dedicaba y respondió que a desestabilizar gobiernos. No sé si era empleado de Soros, cualquiera sabe. Hay personas poderosas o amparadas y pagadas por poderosos que se dedican a eso, a desestabilizar gobiernos, y a veces lo consiguen. Algo de eso habrá en España porque todo esto que está pasando no pude ser obra de mediocres como Zapatero, Sánchez e Iglesias. Mosquea que la Conferencia Episcopal española esté a favor de los indultos, o sea, de los golpes de Estado, aunque tampoco es nada nuevo. ¿Hay algo más desestabilizador para nuestro país ahora mismo que el independentismo catalán? Crecido por los indultos, por la bajada de pantalones del Gobierno, Otegui quiere que los presos de ETA sean puestos todos en libertad y como se ha puesto de moda lo de la concordia patria, nunca se sabe. Las víctimas del terrorismo montarían en cólera, pero tampoco es que hayan sido tratadas nunca mejor. Eso de hacer un país nuevo me gusta, en serio, porque España ya aburre tela, pero habría que cambiarlo absolutamente todo. Lo primero, ilegalizar los partidos corruptos. O sea, todos. Acabar con la Monarquía, porque si el Rey es un títere en manos de un gobierno autoritario y mentiroso, ¿para qué lo queremos? Como firma todo lo que le ponen por delante, por la concordia, que vaya firmando el finiquito antes de que se tenga que ir con lo puesto. En un nuevo país, moderno, diseñado por desestabilizadores de gobiernos y poderosos podridos de dinero y ansias de poder, solo tendrían que caber personas que sean útiles a la sociedad, como, por ejemplo, los banqueros y los obispos. El capital y la Iglesia. O sea, la Iglesia y los ricos. Esto no tiene vuelta atrás. Quiero decir el independentismo y, en general, la destrucción de España o lo que queda de tan hermoso país, que no es mucho. Bueno, tenemos algunos expresidentes que viven del cuento y que encima no paran de meter las narices en todo. Parecen desestabilizadores al servicio de quienes están diseñando un mundo nuevo con líderes como Errejón, al que ya imitan hasta los japoneses. Por ejemplo, en lo de pretender que trabajemos menos. En fin, que como esto se está yendo al carajo, lo mejor es que vayamos pensando en qué hacer para que nos quede una pensión como la de Artur Mas. Hacía mucho que no desvariaba tanto.