¡Me chifla la naturalidad de los niños! su espontaneidad y su inocencia hacen que cada una de sus ocurrencias quede impregnada de su bendita sinceridad, son la personificación de la transparencia... Si algo les gusta, te lo harán saber; si no, también y si algo directamente les parece raro, te lo transmiten de una forma tan original que te consiguen inspirar... Te alegran el día con su invitación a sumergirte en su perspectiva infantil, y ahí es cuando te das cuenta de cuánta verdad se escondía tras el refrán: "todo es del color del cristal con que se mira", aunque, más que cristales, los adultos parece que somos más de usar roca o ladrillo, así nos cuesta mucho ver lo que para ellos es evidente.
Los prismáticos del ingenio
Esta lección tan chula como necesaria, la aprendí hace unos días de mi sobrina, Sofía, que, sin habérselo propuesto, me prestó los prismáticos del ingenio, propiciando que viera la realidad de otro manera, mucho más divertida... Sofía estaba en mi salón, en el que aún conservo bastantes cositas que eran de mis padres (relojes, cuadros, lámparas, tapices) y al ver aquello, la niña, de 8 años, soltó:
-"¡esto parece del siglo 70!"
- "¿Antes de Cristo? -le pregunté-.
- No sé... -respondió encogiendose de hombros-.
Acto seguido, Vero (su madre) y yo estallamos en carcajadas, ¡menuda ocurrencia! Con que del siglo 70... Fíjate tú lo que le debió parecer a Sofía el salón... Yo lo veía en plan "vintage" y ahora, desde los prismáticos del ingenio, aquellos "clásicos" habían sido catalogados como del siglo 70. Estoy inmersa en cierto proceso de renovación hogareña y, sin duda, la visión del salón desde los prismáticos del ingenio de Sofía, fue el empujón definitivo.
Horizonte temporal diluído
¡Qué curioso fue que dijese precisamente "del siglo 70"! por la expresión de su cara, adiviné que quería decir que era antiguo, podía haber dicho que aquello era "viejo" o que estaba "pasado de moda", pero le salió aquel espontáneo "del siglo 70". Tengo la sensación de que, en las mentes infantiles, los horizontes temporales quedan diluídos, sientes como si te quedaran siglos por delante y todo aquel que no tenga tu edad, entra a formar parte del cajón de sastre de "los mayores"... ¡Qué arte! recuerdo esa sensación de eternidad, a veces, cuando me asomo al balcón de la memoria y revivo algún episodio de mi infancia, aún la tengo... Es importante saber conectar con tu niño interior, así la vida es mucho más divertida, rica y genial, en general.
¡Haciendo el pino con la realidad!
Del siglo 70... ¡Y eso que estamos en el S XXI! lo que quiere decir que para el 70 queda... bastante... Pero la mente infantil juega con la realidad, la pone a hacer el pino, la vuelve del revés, y lo que era futuro parece pasado y el ayer puede volver a estar de moda si el juego, mola. Tenlo presente, si tu momento grita: "¡reinventa!", hazlo, o... ¡podrías ser catalogado del siglo 70!