¿Democracia?

Image
30 jun 2016 / 00:46 h - Actualizado: 30 jun 2016 / 00:48 h.
"Fin de pista","España busca gobierno","Elecciones Generales 2016"

No hace falta ahondar en los resultados de las recentísimas elecciones bis. Una mayoría de españoles ha decidido otorgar su confianza al Partido Popular y ha preferido hacer los experimentos con gaseosa. Nada que no sepan. La estrategia de don Tancredo ha jugado a favor de Mariano Rajoy que sale –qué duda cabe– reforzado de un empeño que sólo ha conseguido desbaratar el argumentario de sus contrarios. La repetición de los comicios ha sido un viaje sin alforjas para el resto de la tropa. Hablamos de la defenestrada victoria cacareada de los podemitas –que ya se veían tocando el cuero azul de la primera bancada– pero especialmente del papel que quieren seguir jugando dos perdedores Rivera y Sánchez que sólo tienen una opción posible para recuperar la credibilidad y pulsar lo que se escucha en la calle: facilitar la gobernabilidad.

Querer arrogarse otro papel sólo serviría para enturbiar aún más la percepción de ese concepto manoseado –el de la Democracia– del que no se puede hacer uso y abuso según qué circunstancias. En cualquier caso, el gobierno que pueda formar Rajoy navegará cuatro años en la precariedad y necesitará más pronto que tarde de un relevo solvente. Las huestes populares, como la mujer del César, están obligadas a ser buenas pero también a parecerlo. No sabemos si la gente ha votado convencida; seguramente tampoco lo ha hecho ilusionada con una clase política que mucho tiempo convirtió la Democracia en una inmensa industria intangible que reparte prebendas. Cambiar esa percepción costará mucho.