Desacralizar el deseo

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29 jun 2018 / 19:46 h - Actualizado: 29 jun 2018 / 23:23 h.

Superado el infantilismo, escenario recurrente del pasado y responsable retardatario de algunos procesos, toca ahora superar el sectarismo que nos fragmenta y no reconoce la realidad, más que la que cada uno amplifica o empequeñece. Hay un aprendizaje pendiente, en solitario no se gana ni siquiera en el fútbol, o sumamos o nos restan, y terminamos divididos. Tejamos el futuro con la grandeza de iniciarnos en la cultura de sumarnos.

El objetivo no es descafeinar nada, los principios de los Grouchos Marx, no tienen cabida en la senda de repensar como lo podemos hacer mejor, para derrotar a estafadores, vividores, corruptos, antidemócratas, pensamiento único y aliados. Deberíamos hacerlo posible, y saber que la utopía son dos pasos adelante y uno atrás.

Pasado el ecuador de un mes del nuevo gobierno de España, al que no se le ha elegido para hacer ninguna Revolución (84 escaños) sino para la Restauración de todo lo arrebatado. La pregunta es ¿Hay votos para el cambio, presupuestos heredados de progreso, aparatos del Estado saneados, medios comunicación imparciales, mayoría de oposición que piense en el pueblo , Senado no dique de contención? Si la respuesta es negativa estamos llamados a apoyar los aciertos, sin peros que justifican la pureza del manual, y a criticar los errores constructivamente.

En este tablero las damas tenemos más cosas que decir, escuchen las voces de las mujeres, que han tenido mucho que ver en el final de un tiempo tenebroso. Tan convencidas estamos que la primera señal en esta nueva coyuntura la hemos liderado las feministas, solemnemente hemos rubricado la casi totalidad de las organizaciones feministas de este país, las medidas iniciales en materia de Políticas de Género. Nuestra aportación, es desatascar las políticas y que se legisle, poniéndonos en la centralidad de la agenda 2019. O construimos o nos deconstruyen.

Nos acecha la señal de alarma, de que ya está aquí en la versión más macabra del fascismo, lo que convierte a España y a su gente en extraordinariamente vulnerables, por eso en estos momentos toca estar en la cooperación participada que garantice la regeneración, la devolución de los derechos expropiados, blindar este país para no volver atrás, y darle a la gente de todo lo que esta corta transición, hasta las elecciones, permita consolidar. No solo son gestos, pero también son gestos, sin ellos no se puede respirar, y España necesita mucho oxígeno político para resetearse. Hoy toca la realidad, mañana obligatoriamente el deseo.